juntamaldonado.gub.uy

Sesión solemne 13 de marzo de 2024

Imprimir PDF
Modificar el tamaño de letra:

DIARIO DE SESIÓN Nº 136.- En la ciudad de Pan de Azúcar, siendo la hora 21:22 minutos, previo llamado reglamentario a sala, se da inicio a la sesión solemne convocada para el día miércoles 13 de marzo de 2024.

Asisten los ediles titulares: Alexandro Infante, Darwin Correa, Ronald Martínez, Pedro Gava, Osvaldo Matteu, José L. Sánchez, Francisco Olivera, Miguel Cabrera, José Ramírez, Eva Abal, Carlos Stajano, Luis Artola, Fernando Perdomo, Adolfo Varela, Francisco Salazar, Joaquín Garlo, Marie Claire Millán, Leonardo Pereira y los ediles suplentes: Matheo Caraptsias, Jessica Coitinho, Andrea Vicentino, Carlos De Gregorio, Ana María Fernández, Daniel Costa, Nicolás Sosa, Pablo Bragança, Nicolás Domínguez, Wilma Noguez, Alejandra Scasso, Esteban Cabrera, Beatriz Jaurena, Fernando Borges, Lilián Santos, Juan Urdangaray, Sergio Casas, Fermín de los Santos, Williams Vitalis, Sebastián Antonini, Ricardo Castro, Wilson Laureiro y Susana De Armas. Preside el acto: Alexandro Infante. Actúa en Secretaría General: Susana Hualde.

PRESIDENTE (Alexandro Infante).- Buenas noches para todos. Damos inicio a la sesión solemne de la Junta Departamental, en ocasión del festejo de los 150 años de la fundación de la ciudad de Pan de Azúcar.

En primer lugar queremos saludar a las autoridades del Ejecutivo, del Municipio, la presencia del alcalde Alejandro Echavarría, ediles y edilas presentes, prensa y público en general que acompaña masivamente esta sesión solemne.

La Junta Departamental no quería estar ausente, ha hecho un esfuerzo enorme ya que hoy trasladamos la Junta en pleno a la ciudad de Pan de Azúcar. También queremos agradecer el esfuerzo de los funcionarios administrativos que están aquí presentes, los taquígrafos y los funcionarios de servicio de la Junta Departamental. No queríamos estar ausentes en los festejos de los 150 años de la fundación de la ciudad de Pan de Azúcar, un día tan importante que hasta ha sido declarado no laborable para los nacidos o residentes acá; si será importante estar presentes hoy aquí, en este lugar.

Recordamos que ayer, en la Junta Departamental, con el voto unánime de todos los ediles expropiamos...

(Dialogados).

...o dimos anuencia para la expropiación ‒me corrige Garlo con su reglamento en mano‒ de las tierras de Nueva Carrara, para armar allí un nuevo destino turístico en la ciudad de Pan de Azúcar. Cabe destacar que fue votado por todos los ediles.

Hoy, con 31 ediles presentes ‒para los que no están muy empapados en el funcionamiento de la Junta Departamental‒ en estas bancas está representada la totalidad del pueblo de Maldonado; tenemos al pueblo de Maldonado presente para rendirle homenaje y celebrar la fundación de la ciudad de Pan de Azúcar.

Va a ser una noche, seguramente, de recuerdos, de emociones, de cosas lindas, de alguna nostalgia y también hablaremos del futuro y algún deber nos llevaremos como legisladores para cumplir con el primer motivo de nuestra función que es, justamente, legislar en favor del desarrollo de la sociedad.

Sin más y alegre de estar acá como ocasional presidente de la Junta Departamental ‒me tocó estar aquí‒, estoy muy contento, muy conforme.

Vamos a pasar a dar lectura a un saludo que llegó a la Mesa. Con el permiso de ustedes, la secretaria lo va a leer.

Ahora voy a hacer de acomodador: la gente que está parada, por favor que se siente, nos piden las autoridades del teatro, por motivos de seguridad. (g.t.d)

Muchas gracias a la gente que está parada por sentarse...

Ahora sí pasamos a leer la nota.

SUBDIRECTORA BUSNADIEGO (Julia).- “Montevideo, 13 de marzo de 2024.

Saludo con la mayor consideración a los ediles de la Junta Departamental de Maldonado y ante la sesión solemne que hoy realizan por los 150 años de la ciudad de Pan de Azúcar, hago llegar mi adhesión ante la imposibilidad de poder concurrir.

Es muy bueno que los actores políticos, como los representados en este Legislativo departamental, reconozcan a una ciudad pujante de nuestro departamento.

En las últimas horas, y luego de un trámite parlamentario unánime, el Presidente de la República, doctor Luis Lacalle Pou, ha promulgado la Ley N° 20.247, de nuestra autoría, que declara feriado no laborable el día de hoy para quienes nacieron en Pan de Azúcar, como reconocimiento a tan trascendente fecha.

Haciendo extensivo este saludo a todos los pandeazuquenses, les hace llegar un fraternal abrazo Federico Casaretto, representante nacional por Maldonado”.

PRESIDENTE.- Muy bien.

Antes de continuar queríamos agradecer al señor Oscar Fontes, integrante de la Comisión de este teatro y declarado ciudadano ilustre, por cedernos este espacio; al señor Carlos Cedrés, también presente, declarado ciudadano ilustre y al señor Rufino Martínez, declarado ciudadano ilustre de esta ciudad. También a los concejales del Municipio de Pan de Azúcar presentes.

Les damos paso a los compañeros ediles para referirse al tema que nos convoca y vamos a invitar a pasar al edil Ronald Martínez.

Adelante.

EDIL MARTÍNEZ (Ronald).- Gracias, señor presidente.

Buenas noches para todos. Bienvenidas las autoridades, el señor alcalde, el Ejecutivo departamental, el Ejecutivo municipal, la Comisión de Cultura, los vecinos, los compañeros ediles.

Es innegable, en el día que Pan de Azúcar celebra sus 150 años, que debemos adentrarnos en la rica historia de esta ciudad, resguardada por el majestuoso Cerro Pan de Azúcar y bordeada por la Sierra de las Ánimas. Quizás debamos comenzar por la curiosa historia del nombre de “El Renegado”, uno de los primeros asentamientos en la zona.(k.f.)

Luego podemos explorar el momento en que don Joaquín Márquez, ante escribano público, facultó a don Félix de Lizarza para escriturar, otorgar posesión de los terrenos y llevar a cabo todas las diligencias necesarias para la legítima entrega de los solares.

En la época inicial de la colonización, la región, especialmente el valle donde hoy se encuentra Pan de Azúcar, era un lugar de fértiles praderas donde prosperaba el ganado vacuno y, en particular, el caballar. En estas tierras se conocían los “Potreros del Rey”, donde se asignarían los solares a los pobladores por parte de los representantes del Virreinato del Río de la Plata.

Sin embargo, lo que realmente definió la identidad de esta región fueron los minerales: granitos, mármoles, dolomitas, lajas, etc., todos producto de la formación geológica de nuestro antiguo suelo. De aquí se extrajeron mármoles de gran belleza, como los utilizados en la construcción del Palacio Legislativo o el mármol verde que adornó la urna de Amado Nervo. La primera industria extractora fue la Calera del Rey, una de las primeras canteras de la Banda Oriental. A mediados del siglo XVIII, esta cantera proporcionaba cal para construcciones emblemáticas, como la Fortaleza de Santa Teresa y la Iglesia de San Carlos, así como para las modestas casas que los habitantes locales construían. Más tarde, también surgió la Calera de Núñez.

Pan de Azúcar se erigió entre viñedos y con numerosos molinos, tahonas tradicionales y molinos hidráulicos, ubicados junto a arroyos y cañadas. Uno de los testimonios de aquellos tiempos es el antiguo Molino Montanelli, de 1884, que aún conserva sus máquinas originales de madera.

En el siglo XX la región experimentó un impulso gracias a las iniciativas de emprendedores destacados. Se estableció una fábrica de azúcar en grano en la Estación La Sierra, que marcaba el límite de las vías del tren. Esta fue la primera fábrica de azúcar nacional que utilizaba remolacha cultivada en los campos uruguayos. Más tarde se la conoció como Remolacheras y Azucareras del Uruguay S.A. (Rausa), y alrededor de ella se formó el pueblo que hoy conocemos como Gregorio Aznárez, en honor a este visionario.

A principios de siglo, Francisco Piria estableció su empresa “Industrial Francisco Piria”, que incluía viñedos, olivares y canteras. Además, comenzó la construcción de Heliópolis, que hoy conocemos como Piriápolis.

En 1938 se inició la producción de cemento en una fábrica que procesaba la piedra caliza extraída de la Cantera de Burgueño, actualmente llamada Nueva Carrara. Esta fábrica estaba ubicada cerca de la estación ferroviaria, en el kilómetro 110, en una localidad conocida como “Pueblo Gerona” ‒“el 110” para todos nosotros‒.

En la década de los 60, un grupo apasionado por los automóviles fundó una fábrica artesanal de automóviles llamada “Mar y Sierra”. A lo largo del tiempo, esta empresa pasó por períodos de auge y retroceso, hasta convertirse en Fiat, luego Nortel y, finalmente, Nordex.

Varios de estos lugares históricos se recuperaron y visibilizaron gracias a la gestión de mi buen amigo, el alcalde Alejandro Echavarría, y la Intendencia de Maldonado. Algunos de estos lugares, incluso, han sido declarados parte del patrimonio histórico del departamento.

En esta reseña sobre la rica historia de Pan de Azúcar es natural que algunos detalles y precisiones puedan faltar. Sin embargo, también es importante aprovechar para recordar las vivencias personales ligadas a este lugar.

El Pan de Azúcar, que aún permanece en mi memoria, tiene un significado muy especial en mi juventud. (a.g.b.)

Durante la complicada década del 70 solía tomar el Leyland media cabina de la empresa Copap en mi pueblo a las 06:30. Y después de un viaje lleno de traqueteo y tras sortear el repecho del Castillo Pittamiglio en Las Flores ‒donde no siempre salíamos victoriosos‒, llegaba a Pan de Azúcar para asistir al liceo.

Por entonces el liceo estaba por la calle Ituzaingó. Este liceo ‒que probablemente era el único en el país, tenía un uniforme compuesto por pantalón gris, camisa blanca, corbata verde y buzo marrón‒ desempeñó un papel fundamental en mi vida. Tuve el honor de ser alumno del gran Ricardo "Chino" Figueredo.

Por falta de profesores –por la situación política de entonces–, el liceo contó con la colaboración de profesionales de la zona que hicieron lo posible por brindarnos una educación de calidad.

Guardo gratos recuerdos de Alfredo Ruiz, del doctor Lema y de Chifflet, quien nos impartía clases de electricidad en un salón frente al liceo. Además, no puedo olvidar a figuras como el Gordo Marrero, Palmira, Betty, Gladys, Lourdes, Ornella y el Coquito Figueredo.

En la esquina se encontraba el Bar Avenida, junto a la ONDA, y más adelante estaba la tienda de Falvo, donde solíamos comprar revistas y golosinas. Justo enfrente estaba la Farmacia Menafra, que luego fue propiedad del Boca Llanes, y, al lado, la peluquería del Portugués, a donde el Flaco Irigoyen nos mandaba cortar el pelo porque este tocaba el cuello de la camisa.

Pan de Azúcar: un nombre que evoca recuerdos y emociones. En aquellos días muchos de nosotros guardábamos el dinero de la merienda para jugar al futbolito en “Lo de Zacarías”, donde nos encontrábamos con quienes asistían a la Escuela Industrial.

En las calles de Pan de Azúcar se tejía una historia rica y diversa. La Tienda Quintela, París Londres y los Bancos República y Pan de Azúcar eran parte de la vida cotidiana. El Albion, templo deportivo de Zona Oeste, también albergaba noches de baile en su cantina.

Los recibos bailables del Centro Progreso ‒acá arriba‒ eran momentos mágicos. Timex Sound, la discoteca de Marcelino, llenaba el ambiente de ritmo y alegría.

Más tarde, esa misma sala se transformaría en La Caverna Cine Disco, donde las luces y la música creaban un mundo aparte y era referente todos los sábados en toda la zona.

El Quiosco de Sureda, tapizado de revistas, era un rincón de curiosidad y entretenimiento. Y el Supermercado Tuvi, donde los vecinos de mi pueblo realizaban las compras del surtido mensual, formaba parte de la rutina.

El ómnibus de las Canteras y la estación del tren eran otros hilos que conectaban nuestra comunidad.

Y no puedo dejar de mencionar a Gustavo Núñez, quien, con sus fórmulas únicas, financiaba nuestros sueños de compra. Para aquellas parejas que se aventuraban a formar un nuevo hogar, su apoyo era fundamental.

La nostalgia nos envuelve y aunque hay más lugares y personas que recordar, estos fragmentos de la historia de Pan de Azúcar permanecen en nuestro corazón.

Compañeros y amigos ‒algunos cercanos y otros distantes‒: con el paso del tiempo siguen siendo parte de esta etapa inolvidable.

Gracias.

(Aplausos). (cg)

PRESIDENTE.- Muchas gracias, señor edil.

Continuamos.

Le damos la palabra al edil Daniel Costa. Adelante, señor edil.

EDIL COSTA (Daniel).- Buenas noches, señor alcalde de Pan de Azúcar, mi amigo Alejandro Echavarría, a todos los compañeros de la Junta Departamental y a todos ‒como dice el gentilicio‒ los pandeazuquenses de corazón, a todas las autoridades del departamento les agradezco por estar acá.

Quiero decir un gracias enorme a Pan de Azúcar y felices 150 años; gracias por todo lo que le diste al departamento de Maldonado, por tus cerros, por el gigante de Pan de Azúcar que brilla tras las lluvias, por los hombres que caminaron por estas calles e hicieron feliz a la ciudad y le dieron color y vida.

Gracias, Pan de Azúcar, por todo lo que nos vas a dar y por todo lo que viviremos juntos. Hoy vine a darte un abrazo, querida ciudad. Gracias, Pan de Azúcar, en tu cumpleaños y quiero pedirte que sigas creciendo como ciudad y nunca abandones el alma de pueblo.

Es la primera vez, en años de política, que le voy a hablar a la ciudad; aunque parezca mentira, he hablado a público, a intelectuales, empresarios, pero es la primera vez que le hago un discurso y le voy a hablar a una gran ciudad.

Gracias por tus 150 años, Pan de Azúcar; gracias por la gente que me regalaste, por los poetas que me acompañaron, por el trabajo que generaste. Gracias por la gente que pude conocer, que pude abrazar, que pude escuchar y aprender de ellos. Entre los que recuerdo está el doctor Héctor Fontes; el hospital de Pan de Azúcar lleva el nombre de su padre; el doctor Achinelli que atendía a toda la gente que necesitara, tuviera o no dinero. A Juan Blois que fue una de las personas que fraccionó y ha donado para instituciones de esta ciudad. A Enrique Rubio que donó el predio para la Escuela Técnica de Pan de Azúcar. A grandes personas como Ruben y Julio César Abbadie, grandes jugadores de fútbol que representaron a nuestro departamento, nacidos y criados en esta ciudad, en la que se creó también el banco del mismo nombre: Banco Pan de Azúcar.

A Oscar Fontes ‒lo vi por ahí‒, un gran trabajador social; el profesor Álvaro Figueredo, el liceo lleva su nombre. A José Fontes que donó el terreno para el gran Club Albion de Pan de Azúcar. Al gran fundador de Pan de Azúcar, señor Félix de Lizarza. También queríamos hacerle un justo homenaje a Joaquín Márquez, que también fue fundador y un hombre importante en la ciudad de Pan de Azúcar.

Desde aquí quiero pedir a la Junta Departamental y a las autoridades del departamento que una arteria principal de esta ciudad lleve el nombre de Joaquín Márquez en honor a todo el trabajo que realizó.

Muchas gracias. Arriba y que sigamos cumpliendo otros 150 años; felicidades.

Gracias.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Continuamos.

Tiene el uso de la palabra el edil Urdangaray. (g.t.d)

EDIL URDANGARAY (Juan).- Buenas noches, presidente, edilas y ediles presentes, funcionarios de la Junta Departamental, del Municipio de Pan de Azúcar ‒vi a alguno por ahí‒, ciudadanos ilustres ‒señor Oscar Fontes, Cedrés y Rufino‒, al resto de la ciudadanía presente y a la prensa.

En primer lugar quiero agradecer al presidente de la Junta Departamental, Infante, a quien, antes de que asumiera, le trajimos la propuesta de poder sesionar acá, en el Municipio de Pan de Azúcar, en ocasión de la celebración de estos 150 años de Pan de Azúcar, y desde el día uno nos dijo que sí. Lo mismo ocurrió con el alcalde del Municipio de Pan de Azúcar, Alejandro Echavarría, a quien también le trajimos la propuesta, conversamos con él y desde el día uno nos dijo que sí, que las puertas de Pan de Azúcar estaban abiertas para recibir a la Junta Departamental.

También quiero agradecer a la Comisión de Festejo de los 150 Años de Pan de Azúcar, que está haciendo un gran trabajo y sumó a las actividades del día de hoy la sesión solemne de la Junta Departamental.

Esta es una sesión que se está celebrando en el Club Centro Progreso, en la Sala María Amalia Quintela. quien fuera una compañera entrañable que muchos recordamos, edila de esta Junta Departamental, escritora, poeta, comerciante, presa política y gran referente de la cultura en Pan de Azúcar. Hablar de cultura en Pan de Azúcar es hablar de María Amalia Quintela.

En ese sentido, aprovechando que estamos en el mes de marzo, me gustaría, en nombre de María Amalia, recordar a todas aquellas mujeres que dejaron huellas en Pan de Azúcar en estos 150 años. Fueron muchas, pero trataremos de recordar a algunas de ellas; sabemos que hay muchas más que hicieron y hacen un gran trabajo.

En ese sentido ‒y acá voy a contar una pequeña anécdota‒, en el mes de marzo se hizo un trabajo de investigación sobre cuáles eran las personas más buscadas en los distintos departamentos. Y en casi todos los departamentos la mujer más buscada era Frida Kahlo, a diferencia del departamento de Maldonado, en el que la mujer más buscada era Blanca Luz Brum: escritora, periodista y poeta. Eso marca quién fue Blanca Luz Brum.

También me gustaría recordar a la doctora Aurora Curbelo Larrosa, nacida en la ciudad de Pan de Azúcar, que fue la primera médica del departamento y la cuarta del país; a la doctora química farmacéutica, Teresa Colistro Barbachán, catedrática de la Facultad de Química, docente del liceo de Pan de Azúcar y también de San Carlos; a la doctora Celia Rossi, que si bien no nació en la ciudad de Pan de Azúcar, fue la primera pediatra del hospital de Pan de Azúcar y una mujer política, una mujer vinculada al Partido Colorado; a la maestra Dora Méndez, primera directora del jardín Nº 83, una maestra rural.

También quiero destacar a las maestras Blanca Méndez y Erlinda Bonilla, de gran trabajo en el medio rural, en la zona de Puntas de Pan de Azúcar, que es de donde vengo; a la profesora Isabel Rodríguez Lima, edila de la Junta Local, militante social y sindical y, lamentablemente, también presa política.

Podría estar mucho rato nombrando a mujeres de Pan de Azúcar que se han destacado en la historia, pero también me gustaría hablar de una mujer del presente, de una mujer que está dejando huella: me quiero referir a la abogada Claudia Umpiérrez, por destacarse en el ámbito deportivo, pero en un ámbito patriarcal, por ser la primera mujer en dirigir en la primera división del fútbol uruguayo, pero, sobre todo, por el rol que cumple en ese ámbito, en el que se destaca, por oponerse a las injusticias, por nunca vender sus valores y por el valor y coraje de enfrentar una y otra vez al poder, denunciando situaciones constantemente. (k.f.)

Sin duda, como dije anteriormente, hay muchas mujeres que podría destacar, del presente o que ya no están.

Pero también, como joven, tengo la obligación de pensar cómo será Pan de Azúcar dentro de 150 años; está claro que obviamente no lo sé, pero también está claro que tenemos grandes desafíos como ciudadanos de Pan de Azúcar y como autoridades departamentales tenemos que mejorar todo lo que refiere a la salud pública de nuestra ciudad, a la seguridad, al acceso a la vivienda y a las oportunidades laborales porque, lamentablemente, son muchos los jóvenes que se van para Montevideo o para Maldonado y, por falta de oportunidades laborales, no regresan a Pan de Azúcar. Ahí tenemos un gran desafío.

También queremos transmitir otros desafíos que tenemos, algunos de ellos los hemos denunciado desde la Junta Departamental, como es el tema del transporte público, el que tenemos que mejorar. El tema del saneamiento también lo hemos trasladado, la contaminación del arroyo Pan de Azúcar...; es muy importante en los próximos años trabajar en estos temas, y ni que hablar del de tener más y mejor acceso a la cultura.

Por último, para ir finalizando, vamos a estar trasladando una propuesta, que no es nueva, porque en el año 2002 María Amalia Quintela, como edila departamental ‒Alejandro Echavarría era el presidente de la Junta Departamental en ese entonces‒, llevó a la Junta el planteo de que una calle de nuestra ciudad lleve el nombre de Germán Baldo. En ese sentido, vamos a estar trasladando esa propuesta a la Junta Departamental y aprovechamos a invitar a la bancada del Partido Nacional y a la bancada del Partido Colorado a firmar la nota; nos parece importante, ya que Germán Baldo fue muy importante para Pan de Azúcar, principalmente en cuanto a la educación liceal, reivindicando desde al año 1944 la importancia de un liceo, lo que finalmente se concretó en el año 1945.

Quiero agradecer a las autoridades y a todos los presentes.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Muchas gracias, señor edil.

Antes de continuar dándole el uso de la palabra a diferentes compañeros ediles, quiero destacar la presencia de Miguel Plada, ciudadano de Pan de Azúcar. Lo estoy viendo desde acá, lo que pasa es que las luces no me dejaban verlo porque está muy al fondo, en la última fila. Fue dos veces alcalde de Pan de Azúcar y es el actual director general de Desarrollo e Integración Social de la Intendencia.

Muchas gracias, Miguel, por participar y adherir...

(Aplausos).

Continuamos.

Le damos el uso de la palabra a una edil del Partido Colorado, nuestra querida amiga Susana De Armas.

Adelante, señora edil.

EDILA DE ARMAS (Susana).- Buenas noches a la Mesa, en primera instancia. Gracias al señor presidente de nuestra Junta Departamental por invitarnos, al señor alcalde, a los compañeros de la Junta Departamental de Maldonado y demás autoridades que nos visitan.

Es un honor representar al Partido Colorado y poder estar presente en los festejos de los 150 años de Pan de Azúcar. La historia dice que esta ciudad, como se llamó después, nace en el arroyo del Renegado, Caserío de Rapa. Este lugar aparece en los mapas de la época como “campos de Cañiza”. (a.g.b.)

Al parecer el nombre “del Renegado” le fue dado por el hecho de que en estos campos pasaba el Camino Real y esto molestaba mucho al hacendado Rodríguez, marido de la patrona, que tenía frecuentes altercados con los pasantes.

Un primer intento de avecinarse de los dispersos pobladores de la región en 1823 no prosperó, probablemente por los acontecimientos que entonces se desarrollaban en estos pagos. Luego un caserío se conforma a la vera del Camino Real, lo que hoy se conoce como el Caserío de Rapa, que contó con la primera escuela para las numerosas familias que se encontraban dispersas en la región.

Los primeros canarios, seguramente provenientes de las familias de Maldonado, partido de la Laguna, dieron el nombre de “la Vegueta” un asentamiento, no sabemos si por nostalgia de su tierra de origen o por la fisonomía del paisaje, húmedo y fértil , apropiado para la vida de hortelanos.

En 1874, en el horcón formado por el arroyo Pan de Azúcar y el del Renegado, se consolidará una población a la que se le dará la categoría de villa Pan de Azúcar, con organización político administrativa y estructuras sociales que ya tenían estructura de permanencia: capilla, campo santo, plaza, escuela, molinos y comercios.

Los bajos y fértiles campos, donde hoy quedan algunas construcciones como las que conocemos con el nombre de “Caserío de Rapa”, entre la zanja de Fontes y el arroyo del Renegado, al borde del Camino Real, resultaban inundados y aislados en épocas de lluvia, esto impulsó a los pobladores a refundar el caserío en una zona más alta.

Pero la decisión de fundar un pueblo se manifiesta oficialmente cuando el propietario de esos terrenos don Joaquín Cándido Márquez faculta ante escribano público a Don Félix de Lizarza –su apoderado en esta zona– para escriturar, dar posesión de los terrenos y realizar todas las diligencias necesarias para la legítima entrega de los solares.

Así nació Pan de Azúcar como pueblo, en un entorno serrano, en el Gobierno colorado del doctor José Eugenio Ellauri Obes y fundado por Félix de Lizarza y un grupo de vecinos de la zona de San Carlos.

Pero hay un gran olvidado en la fundación de Pan de Azúcar, Joaquín Cándido Márquez, quien era el propietario de los terrenos.

Joaquín Cándido Márquez nació a unos 20 kilómetros de Pan de Azúcar, en Abra de Perdomo, y muy joven se trasladó hacia la frontera en donde pudo realizar una relevante fortuna. De vuelta a estas tierras y viendo la situación de privilegio de la zona decidió comprar tierras con la intención de formar y fundar un pueblo. Lamentablemente, en el acta fundacional, en su momento, no se tuvo en cuenta su nombre, posiblemente por razones políticas ya que Uruguay vivía una época conflictiva debido a los cambios que se estaban generando.

Con el transcurso de los años Pan de Azúcar ha seguido creciendo lentamente, siendo el punto de partida de grandes proyectos de algunos de ellos que han logrado afianzarse, y otros se siguen dilatando en el tiempo.

Caracterizada por su importante actividad cultural durante todo el año, ha sido cuna de notables escritores, pudiendo citar a uno de ellos, el maestro Ricardo Leonel Figueredo, recordado por toda la población de esta ciudad por su espíritu jocoso y su literatura, creador del Himno para el Liceo de Maldonado, entre otras obras. (cg)

Pan de Azúcar es hoy una importante ciudad, pasaje hacia la región este del país, con unos cuantos atractivos que vale la pena valorar y visitar. Hoy Pan de Azúcar sigue haciendo historia.

¡Felices 150 años de existencia para Pan de Azúcar, ciudad fundada por sus vecinos!

Muchas gracias.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Vamos a continuar con la sesión, pero antes queremos destacar la presencia en esta sala de un vecino de Pan de Azúcar de 96 años: el señor Conrado Cuadrado.

(Aplausos).

(Dialogados en la Mesa).

Me acotan que está desde que empezó la sesión.

(Dialogados entre el invitado y el señor presidente).

SEÑOR CUADRADO (Conrado).- Quiero hablar con usted al final para hacerle un pedido.

PRESIDENTE.- Muy bien, estamos para eso.

Dijimos al inicio que íbamos a recordar y que también algún deber nos íbamos a llevar. Como siempre, los ediles estamos para eso.

Continuamos.

Le damos la palabra al joven edil, compañero y amigo, Esteban Cabrera.

EDIL CABRERA (Esteban).- Gracias, presidente.

Primero que nada, buenas noches para todos, sobre todo para los pandeazuquenses. No quería faltar a este homenaje; quería decir algunas breves palabras pero no extenderme demasiado ni ponerme a contar la historia ni nada de eso, porque cuando uno habla mucho termina aburriendo. No quería faltar a este homenaje debido a que soy de acá, de la zona ‒no soy de Pan de Azúcar, soy de la vecina ciudad de Piriápolis‒; mi familia es de acá, de Pan de Azúcar, así que si no hablaba hoy me iba a sentir en falta y capaz que me llevaba algún breve reclamo.

Mi familia materna es de Pan de Azúcar; a unas pocas cuadras de acá nacieron mi madre y mi tía, en la casa de su abuela, y fue la ciudad que mis abuelos maternos eligieron para criar a sus hijos y vivir gran parte de su vida.

Además de eso, además de lo que me trae Pan de Azúcar en cuanto al tema familiar, también me es muy importante debido a que Pan de Azúcar es una ciudad que ha dado personas ilustres al departamento de Maldonado, incluso a Uruguay. Varias personas, bastante reconocidas, que han sido muy importantes en la historia de nuestro país son de esta localidad.

También a los que somos de Piriápolis, que muchas veces renegamos y varias veces nos peleamos por temas de básquetbol, de fútbol… Yo, jugando al fútbol, de adolescente, acá en el Estadio Julio César Abaddie, me fui habiendo perdido contra Pan de Azúcar, contra La Estación, contra Victoria ‒que también se llama La Estación en mayores‒…

(Dialogados).

No siempre perdíamos, compañeros; a veces ganábamos, pero varias veces me fui muy enojado. Pero muchas veces gente de acá, de Pan de Azúcar, ha terminado jugando en los cuadros de Piriápolis, y también gente de Piriápolis ha terminado jugando en cuadros de Pan de Azúcar. También en el básquetbol, aunque hay bastante más rivalidad, pero mucha gente de Piriápolis ha terminado jugando acá y gente de Pan de Azúcar también juega en Piriápolis. Después de las derrotas de un lado y del otro, igual todos nos terminamos juntando en la playa, en la rambla, entonces me parece que también es muy importante para la gente de Piriápolis la localidad de Pan de Azúcar.

Incluso el año pasado me vi obligado, por temas laborales, a venir todos los días a Pan de Azúcar y siempre me sentí muy a gusto y cada vez que vengo también me siento muy bien, así que quiero agradecer a Pan de Azúcar, a toda la gente de esta localidad; quiero agradecer al alcalde que nos recibió y a la Comisión del Centro Progreso…

Quería agregar que mi mamá se va a quedar muy contenta porque en este Centro Progreso ella celebró sus 15 años. No quería dejar pasar eso por alto porque es un lugar muy importante para ella.

Les mando un abrazo a todos los pandeazuquenses que pudieron festejar este día, tuvieron feriado, y por 150, 300, 500 años más.

Muchas gracias.

(Aplausos). (g.t.d)

PRESIDENTE.- Muy bien. Gracias, señor edil.

Nos llega una nota a la Mesa, donde se dice que una vez empató un partido.

(Hilaridad).

Continuando con la sesión, le damos la palabra al edil Fernando Borges.

Adelante, señor edil.

EDIL BORGES (Fernando).- Buenas noches, señor presidente, señores ediles, señor alcalde, autoridades presentes.

Hoy celebramos los 150 años de mi pueblo, de este querido pueblo maldonadense, pueblo que llevamos en nuestro corazón desde nuestra infancia. Somos hijos adoptivos de este querido Pan de Azúcar. Nuestra familia y nosotros también nació en el Rincón de Olivera, en los años 1800. Para ellos, en aquellas épocas, los trillos del camino no existente conducían a este pueblo, donde nutrían sus necesidades. El “vamos al pueblo”, como consulta entre vecinos por si alguno necesitaba algo, era común.

Nos enseñaron a querer este lugar como nuestro. Aquí transcurrió nuestra adolescencia, durante nuestra concurrencia al querido liceo Álvaro Figueredo. Transitamos sus calles con la sangre joven.

Pan de Azúcar, en su época, fue un pueblo de gran empuje para nuestro Maldonado, que generó, junto con otras localidades de la Zona Oeste, miles de puestos laborales estables todo el año. Pan de Azúcar, de tantos hombres y mujeres que forjaron con esfuerzo y sacrificio un futuro para sus hijos. Pan de Azúcar, de poetas como Blanca Luz Brum o Álvaro Figueredo. Un pueblo sin poesía es un lugar y nada más.

Muchas veces hoy recordamos tus calles y en nuestra retina permanecen vecinas y vecinos de este gran pueblo que hoy ya no están, que están solo en nuestro recuerdo. ¿Cómo no quererte, Pan de Azúcar, si estás, intrínseco, en nuestro corazón?

150 años de un pueblo nacido en la falda de un cerro, en las orillas de un arroyo serpenteante nacido en las serranías.

No es ofensa llamarte “pueblo”, pueblo querido. Las ciudades brillan con luces artificiales donde ni las estrellas se divisan. Tú, pueblo de Pan de Azúcar, te alumbras con tus faroles y el resplandor de las estrellas en la noche.

Pueblo de poetas, pueblo de fútbol, pueblo de básquetbol, pueblo de músicos, pueblo de maestros. En tu seno nació la primera mujer en ocupar el cargo de Intendenta de nuestro departamento de Maldonado. Maldonado recibió, recibe y recibirá el fruto de tu esfuerzo. Pan de Azúcar, gracias por tanto, pueblo querido.

¡Viva Pan de Azúcar! ¡Vivan los pandeazuquenses!

Muchas gracias.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Muy bien.

Continuando con la sesión, le damos la palabra a la compañera edil Eva Abal.

EDILA ABAL (Eva).- Buenas noches a los señores ediles, a las autoridades, a la Mesa.

Quiero felicitarlo, señor presidente, por esta iniciativa, así como al edil proponente, porque creo que no es algo que los ediles directamente tengamos mandatado hacer, pero reconocer e ir a cada uno de los pueblos que componen el departamento es una de las acciones más lindas que realiza la Junta Departamental. (k.f.)

Y también hacer reconocimientos a los ciudadanos, porque la Junta Departamental es la casa del pueblo, entonces debe ser el lugar en donde cada uno encuentre su reconocimiento, su espacio, donde puedan suceder las cosas que han sucedido esta noche, que hay emoción, que hay recuerdos, recuerdos familiares y personales. Porque la política, en algún punto, no es otra cosa más que ordenar nuestras emociones para vivir de una forma civilizada, y el recuerdo, la familia y el arraigo son de las emociones más importantes que tiene un ser humano.

En cuanto a eso, puedo decir que fui bautizada en la iglesia de este pueblo porque mi padre era de aquí, y que, cuando se habla de que Pan de Azúcar se fundó junto a lo que era el Camino Real, ese Camino Real está ocupado en una parte por la manguera de los Aval en la ruta 60, la tapera vieja, que era la casa de mi tatarabuelo; y en Nueva Carrara está la casa de mi bisabuelo. Así de unida está la historia de mi familia a la historia de Pan de Azúcar y siempre es una alegría venir aquí, porque Pan de Azúcar es un cofre donde están mis mejores recuerdos de familia, cuando mis viejos todavía estaban juntos, cuando éramos muchos alrededor de la mesa del abuelo. Es un lugar donde uno se siente ancho, porque mi gente es querida en el pueblo y eso hace a la identidad personal de quien les habla.

Pan de Azúcar tiene una gran historia y en su fundación una gran promesa: Pan de Azúcar es la promesa de la productividad, de aquella productividad de antaño de los viñedos y las canteras, canteras que tienen galerías abiertas por mi abuelo paterno. Pero es también esa pujanza de la gente que se vino de Europa a hacer industria en tierra nueva y de la gente que hoy viene de Maldonado dejando el bullicio y buscando la paz, que viene de otros lugares enamorándose de la sierra.

Pan de Azúcar es una promesa y las promesas siempre son para el futuro, y es una alegría y un honor, desde este espacio que uno ocupa, poder recordar eso, que las promesas siempre son para adelante y que cada uno de los ciudadanos de Pan de Azúcar se ha comprometido con eso.

Entonces, de alguna manera, me gustaría reconocer a los que hoy viven en Pan de Azúcar, porque en el mundo de la velocidad, de la tecnología, de las grandes urbes, en el mundo en el que todo lo que consumimos tiene que ver con una ciudad cosmopolita y brillante, de grandes rascacielos de cristal, los ciudadanos de Pan de Azúcar eligen quedarse acá, aman la paz de las sierras y se la pueden ofrecer a otros, y eso es muy importante.

Es fantástico que Pan de Azúcar hoy, 150 años después, siga luchando por la promesa de la prosperidad en un polo industrial, que se siga proyectando en el mirador de Nueva Carrara, que siga pensando hacia adelante sin perder la identidad.

Yo nací y me crié en Maldonado, que es un pueblo al que le cuesta bastante encontrar su ancla, su identidad, su característica, y Pan de Azúcar la tiene. Es una de las ciudades que le da profundidad a lo que es la identidad del maldonadense en el sentido departamental. Pan de Azúcar es uno de los lugares donde uno viene a beber de esa agua fresca que es la identidad, que es el saber quiénes somos y para dónde vamos, porque Pan de Azúcar ha sabido dar ejemplo de eso.

Entonces, desde este espacio que hoy nos toca en una banca departamental, quiero agradecerle a Pan de Azúcar por lo que todos los días brinda a Maldonado: una promesa de futuro y un valor de arraigo que al departamento le son muy importantes.

Muchísimas gracias.

(Aplausos). (a.g.b.)

PRESIDENTE.- Muy bien.

Me salió una competencia de acomodador con el edil Darwin Correa.

(Murmullos. Hilaridad).

Continuando con la sesión, le damos la palabra al edil Wilson Laureiro.

Adelante, señor edil.

EDIL LAUREIRO (Wilson).- Buenas noches.

Señor presidente de la Junta Departamental, funcionarios y funcionarias, querido amigo alcalde, Alejandro, edilas y ediles, vecinos de la ciudad. ¡Qué emoción estar acá!

Quiero contarles que nací en el Hospital de Pan de Azúcar, me crié aquí atrás, en el barrio Suárez, en la calle Miguel Alzuri, que me acabo de enterar que era albañil y sacristán de la época.

Joaquín Márquez, oriundo de Abra de Perdomo, dueño de estas tierras y Félix de Lizarza, junto a algunos pobladores de la zona de San Carlos, fundan la ciudad.

Fui a la Escuela Nº 78. Los recuerdos que tengo de esa época junto a mis queridos amigos de la estación son los partidos de fútbol que hacíamos entre las escuelas. Llegábamos a casa, no hacíamos los deberes y jugábamos al fútbol entre los barrios y ahí conocimos a muchas y a muchos en el barrio La Estación, en el Belvedere, en Las Brisas y en en el barrio Suárez. Luego concurrí al Liceo Álvaro Figueredo…

¿Y por qué hago este recorrido? Porque quiero empezar a homenajear a algunos imprescindibles de esta ciudad: Ornella, fue una de ellas. ¡¿Quién no pasó por los pasillos del liceo y no le tocó el hombro y nos aconsejó…?!

También, caminando y saliendo por la ciudad me encontraba en el Bar Avenida o en El Albión a “Van Halen”.

Quiero recordar a Domingo, uno de los imprescindibles de esta ciudad que en su museo nos contó la historia de este pueblo.

Y recordar, también, a alguien muy importante para mí, vecinos: María Amalia Quintela. Esta sala lleva su nombre.

Nosotros con María Amalia y algunos gurises de la ciudad formamos el grupo Catorce teatreando. Es un grupo de teatro que hizo un montón de cosas aquí, en la ciudad, expresando, muchas veces, lo que queríamos siendo jóvenes.

La verdad es que es un honor estar acá, es un placer poder dirigirme a ustedes.

Gracias a Catorce teatreando, a los 20 años decidí irme a Buenos Aires y ahí me formé como actor profesional. Recorrí la Argentina junto a China Zorrilla y Soledad Silveira, Darío Grandinetti, Juan Leirado, Jorge Marrales y Miguel Ángel Solá; con Luisa Kuliok y Víctor Laplace hice “La fierecilla domada”...

¿Por qué hablo de esto? Porque salí de acá, de este pueblo. Quizás muchos no conozcan esa historia. (cg)

Cuando regreso, en 2001, me encuentro con Alberto Baccaro, quien conocía la historia que había realizado en Buenos Aires, y me hace una entrevista; a partir de ahí me escucha Ruben Toledo, el querido Ruben Toledo, edil de la Junta Departamental, y me invita a participar en política. No paré, fui edil en el gobierno del Flaco, con el grupo Cabildo 1813 de Darío, siempre vinculado a lo social.

Quiero agradecer ‒y voy a terminar para no aburrirlos y saludar a las familias de esta ciudad, al maestro Figueredo, a los Abbadie, a los Tabeira, a los Corbo, a los Martínez, a tanta gente que ha hecho parte de lo que somos.

Para finalizar, quiero saludar a Oscar, presidente del Centro Progreso, y al diácono Carlos Cedrés, mi amigo. Y quiero recordar también y finalizo lo que sucedía en esta ciudad con las albionadas. Aquí había un encuentro increíble entre la sociedad de barrios, había espacios donde había deporte y algo importante como las competencias culturales, ahí estaba el “Club locos pal chiveo”, entre otros.

Gracias y salud.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Continuando con el uso de la palabra de los compañeros ediles, y para cerrar la lista de oradores, le damos la palabra al compañero edil Darwin Correa.

EDIL CORREA (Darwin).- Buenas noches, primero que nada quiero saludar a la Mesa, al presidente, al alcalde, a los funcionarios, a los compañeros ediles, a las autoridades departamentales, a los dueños de casa, principalmente a los vecinos.

No puedo estar en Pan de Azúcar, hacer uso de la palabra y no recordar a José Borche o a Ismael Maguna. Sin duda que, para cualquier ciudadano de esta ciudad, han dejado los más lindos recuerdos por su trayectoria, su carrera, su cariño y su legado en esta hermosa ciudad.

No me quiero extender mucho, pero Pan de Azúcar es un lugar muy especial; nadie nombró al Albion...

(Dialogados).

Los que somos gente del deporte no podemos dejar de recordar como decían por ahí las alegrías y las tristezas que hemos tenido desde el Abbadie más alegrías que tristezas, por suerte. Hay que recordar a Abbadie, que fue campeón mundial, si bien no fue nacido aquí, vino muy joven a esta ciudad, donde desarrolló su actividad, su carrera, su familia, su vida, y hoy tenemos a toda su familia viviendo aquí. (g.t.d)

Quiero recordar y hacer mención a tres amigos que nos dio la vida y, en nombre de ellos, a mucha más gente, a más vecinos. Uno de ellos es el Negro Alcorta, el querido Negro Alcorta, que está acá, cerquita, pasando el Kilómetro 110, un ciudadano de este departamento que hizo mucho por Maldonado, que hizo mucho por este lugar. Otro es el querido amigo carnicero de acá, de la Estación, como lo es Lalo Ayusto, vecino de todos y querido por todos, que nunca dejó a pata a nadie, cuando se precisaba un kilo de asado o un kilo de chorizos para un beneficio. Y, por último, a un compañero de la Junta Departamental muy querido: cuando entré a la Junta, en el año 2000, ya era batallador, de los bravos y nos dimos guasca abierto y jugado, pero siempre con lealtad, de frente y con el cariño que nos tenemos que tener las personas cuando hacemos política y tenemos que hablar de las cosas y no de la gente, defender las ideas y no atacar a las personas, como lo hizo nuestro querido amigo Ruben Toledo.

Pan de Azúcar es un lugar maravilloso, que se la tiene que creer un poco más, la gente se tiene que creer un poco más el lugar en el que está. Es un lugar de bellezas naturales y como bien lo dijo recién el presidente por suerte ahora a través de una gestión de Alejandro, a través de una gestión del Ejecutivo y con nuestra sanción‒ se va a poder disfrutar esperemos que pronto de ese lugar maravilloso que es esa cantera en Nueva Carrara, que se hizo famosa a partir de las visitas y de las selfis de algunos; hoy es famosa en Uruguay y en todo el mundo, y es un punto de referencia. Esperemos que prontamente esté en el circuito de las bellezas de nuestro departamento y de nuestro país.

Las canteras y las aguas termales, que será otro desafío que tenemos que afrontar de aquí al futuro, para seguir tratando de explotar esas riquezas naturales que tiene este lugar.

Pan de Azúcar, sin lugar a dudas, tiene que creérsela mucho más, porque tiene mucho más para dar.

Son sus primeros 150 años. Por esas casualidades de la vida nos toca a nosotros, en este tiempo histórico, ser representantes y poder hacer uso de la palabra acá.

Pero Pan de Azúcar también es historia e historia reciente, Pan de Azúcar es la tierra de Pascasio Báez Mena, es la tierra de un ciudadano de este lugar que en 1971 en octubre, si no recuerdo mal pasó a la historia por ser un mártir de este lugar todos sabemos cuál fue su destino. Por suerte, el período pasado el edil Echeto, junto a todos los ediles de la Junta, votamos que en su honor se le pusiera su nombre a una vía de tránsito de este lugar, de esta ciudad. Hoy la historia, a través de varias publicaciones, hace mención a su vida, a su desafío y a lo que pasó.

A veces conocer estas realidades y estas cosas nos marcan los puntos trascendentes de la historia, cuando a veces las historias quieren ser sesgadas y contadas de un lado solo. La historia se conforma de diferentes realidades y esta ciudad de Pan de Azúcar sí que tiene historia, en todos los sentidos.

Entonces, estar aquí esta noche también es un homenaje a ellos, un homenaje a los que hicieron historia, a los que han hecho grande a esta ciudad, a los que han hecho grande a este departamento desde aquí, a veces olvidados, sí.

Es el reclamo de todos los que están al oeste del cerro Punta Ballena, como que dicen que el lomo de La Ballena no nos deja ver para este lado a los que somos de Maldonado, como que el lomo de La Ballena a veces no deja llegar hacia este lugar los recursos necesarios para que la gente de aquí se pueda seguir desarrollando. Y tenemos reclamos de diferente índole y de diferente tipo. Pero sepan lo saben que en este último período se destinaron recursos justos, necesarios y que han sabido ser utilizados de la misma manera. (k.f.)

Es nuestra responsabilidad en la Junta Departamental ‒quien hace esta sesión solemne esta noche‒ trabajar con honestidad y con dignidad ciudadana para poder traer los recursos justos y necesarios.

Queremos destacar al Concejo entero, a todos y cada uno de los concejales que integran el Municipio de Pan de Azúcar, encabezado por nuestro amigo, el alcalde Echavarría, quienes supieron reclamar, pedir y solicitar en tiempo y forma, de la manera y en el lugar que lo hicieron, para que Pan de Azúcar tuviera los recursos necesarios para ser cada vez más bonita y cada vez más maravillosa. Sin lugar a dudas, se va a proyectar, no solamente a 150 años más, sino que va a seguir siendo mojón de empuje sólido para proyectarse en el tiempo y volver a ser, no solamente un polo de desarrollo, sino también un lugar de referencia de todo el departamento.

Así que, amigos, locatarios primero que nada, ciudadanos de Pan de Azúcar, alcalde, compañeros: es muy lindo estar acá esta noche haciendo uso de la palabra y reconociendo esta cantidad de cosas. Ni que hablar que nos quedan algunas en el tintero, ni que hablar que nos deben quedar algunas que no recordamos, pero estas sí las recordamos, estas sí las queríamos decir, porque nos parecía necesario que el tiempo histórico que tiene este lugar tan maravilloso, que las cosas que pasaron fueran referencia también para proyectarse al futuro con mucha más claridad y mucha más solvencia.

Es todo cuanto tenemos para decir. Por muchos más “150 años” de esta hermosa ciudad de Pan de Azúcar.

Muchas gracias.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Muchas gracias, señor edil.

Antes de darle la palabra al alcalde, yo quería simplemente decirles que, como minuano, para entrar a Maldonado tenía que pasar por Pan de Azúcar. Y llegar a Pan de Azúcar era llegar a Maldonado, los límites entre las sierras no los teníamos muy claros, pero ver el Cerro Pan de Azúcar y el pueblo, que nos recibía, era como un oasis, porque veníamos en la vieja COOM, que no sabía si llegábamos...

(Hilaridad).

Pero siempre llegó, la COOM nunca tuvo un accidente. Es histórico, pero es verdad…, venía por la sierra, eran terribles aquellos caminos. Y entonces, parábamos acá, en el bar de la avenida, a tomar un refrigerio y demás.

También transité mucho este camino porque trabajé en la pescadería de Playa Verde. Viajaba todos los días en ómnibus desde Minas y el punto de referencia era Pan de Azúcar.

Luego, con el tiempo, me fui a vivir a Maldonado, me mudé del todo para Maldonado. Ahí aprendí –además de que Pan de Azúcar era un punto de referencia geográfico para los minuanos– a defenderlo en la Junta Departamental a través de los reclamos de los ediles que representan a Pan de Azúcar en la Junta y que bien lo hacen. Aprendí a defender y a entender sus necesidades, a defenderlas y a votar en la Junta lo que era mejor para Pan de Azúcar y su gente. (a.g.b.)

Y esta noche quiero agradecerles a todos los ediles presentes porque hoy me voy amando a Pan de Azúcar.

Muchas gracias.

(Aplausos).

Le damos la palabra al alcalde de la ciudad de Pan de Azúcar. No tiene 150 años pero anda ahí…

(Hilaridad).

SEÑOR ECHAVARRÍA (Alejandro).- Gracias, señor presidente y señores ediles; gracias a los funcionarios que nos están visitando y están trabajando hoy, también a los compañeros concejales y a todos los vecinos que nos han acompañado; asimismo, a la señora alcaldesa de Solís, que nos acompaña y al señor director de Integración y Desarrollo, Miguel Plada.

Para mí realmente es un honor haberlos recibido hoy en una sesión solemne. No puedo dejar de aprovechar para agradecer el rápido diligenciamiento para la expropiación de parte del predio donde, si Dios quiere, se concretará el mirador de la Cantera Blanca de Nueva Carrara que, como decía el señor presidente, fue un boom que lo puso en primera plana. Esperamos que cuando esté pronto mantenga ese nivel porque es parte de a lo que Pan de Azúcar apunta.

A mí me gusta decir que tenemos la suerte de no tener playa y eso nos hace mirar hacia el campo, hacia otros horizontes, ante lo cual apuntamos a que el turismo nuestro sea, al menos, de 8 o 9 meses.

Quiero agradecerles por todo ese diligenciamiento y también porque siempre están para colaborar.

Este es el puntapié inicial de los festejos de los 150 años de Pan de Azúcar. Aprovecho a invitarlos para mañana, que se va a pasar acá, en este mismo lugar, una película, “No viajaré escondida”, que es la vida de Blanca Luz Brum, del director argentino Pablo Zubizarreta, que también nos va a acompañar. Y posteriormente a la película vamos a estar compartiendo lo que fue ese film. No va a poder llegar porque tiene complicaciones para salir de la isla una nieta de Blanca Luz Brum, pero ya mandó sus saludos.

Indudablemente la capacidad del cine es limitada, por lo cual cuanto antes vengan mejor, pero vale la pena porque es una persona o un personaje de Pan de Azúcar que trascendió fronteras y más en los tiempos que vivió. O sea que está bueno que se conozca.

Yo soy de los que me gusta decir que Blanca Luz Brum le hizo sombra a Frida Kahlo y a Eva Perón y, si uno mira un poco la historia, algo de eso, sin lugar a dudas, hubo.

Les agradezco, nuevamente, de todo corazón, y en Pan de Azúcar siempre, ni que hablar, estamos a las órdenes y estamos también para pedirles cosas… Ahora le toca a usted, presidente, que algo le van a pedir…

Gracias a todos por estar acá.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Vamos a entregarle al alcalde un humilde obsequio de la Junta Departamental que quede como testimonio de esta visita solemne. Esto es de parte de toda la Junta, de todos los ediles presentes…

(Así se hace).

(Aplausos).

SEÑOR ECHAVARRÍA (Alejandro).- Muchas gracias.

Le damos lectura: “Junta Departamental de Maldonado, una Junta para todos, Gobierno departamental. Testimonio de la sesión solemne celebrada por la Junta Departamental en Maldonado, en la ciudad de Pan de Azúcar, adhiriendo al 150 aniversario de su fundación. Alexandro Infante, presidente. Pan de Azúcar, 13 de marzo de 2024”.

Muchas gracias.

(Aplausos).

PRESIDENTE.- Damos por levantada la sesión.

(Es la hora 22:30). (cg)

 

Ediles con licencia anual: Hernán Ciganda y Magdalena S. de Zumarán.

Ediles inasistentes: Javier Sena, Andrés Arias, Florencia Acosta, Verónica Robaina, Adriana Costa, Nicolás Billar, Sergio Duclosson, Leonardo Delgado, Susana Hernández, Daniel Fernández, Damián Tort, Christian Estela y Luciano Fernández.

 

 

 

Alexandro Infante

Presidente


Susana Hualde

Secretaria General

 

María Desanttis de Pérez

Directora de Departamento

Reproducción Testimonial