DIARIO DE SESIÓN Nº 114.- En la ciudad de Maldonado, siendo la hora 20:42 minutos, se da inicio a la Sesión Solemne convocada para el día 21 de setiembre de 2012.-
Ángeles Cruz, Ma. Fernández Chávez, Daniel Ancheta, Marie C. Millán, Diego Echeverría, Nino Báez Ferraro, Elizabeth Arrieta, Eduardo Elinger y los Ediles suplentes Ma. Cristina Rodríguez, Javier Bonilla, Juan Shaban, Oribe Machado, Fernando Velázquez, Washington Martínez, Graciela Caitano, Beatriz Jaurena, Luis Artola, Francisco Salazar, Carlos Stajano y Carlos de Gregorio. Con licencia anual: Federico Casaretto y M. Sáenz de Zumarán. Preside el acto: Daniel Rodríguez Actúa en Secretaría: Nelly Pietracaprina (Secretaria General).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Buenas noches, compañeras y compañeros Ediles.-
Estando en número y siendo las 20:42 minutos damos inicio a la Sesión Solemne establecida para el día de la fecha con motivo de la CONMEMORACIÓN del Día Internacional de la Paz. “Una paz sostenible para un futuro sostenible”.-
(Ingresa a Sala la Edila Ma. del Rosario Borges).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Primero que nada debemos pasar a votar el Régimen de Comisión General.-
Votamos.-
SE VOTA: unanimidad, 25 votos.-
Ahora debemos votar un cuarto intermedio de 3 minutos para dar ingreso a los invitados.-
Estamos votando un cuarto intermedio.-
SE VOTA: unanimidad, 25 votos.-
Cuarto intermedio de 3 minutos.-
(Siendo la hora 20:43 minutos se pasa a un cuarto intermedio, el que es levantado a la hora 20:45 minutos, ocupando la Presidencia su titular el Edil Daniel Rodríguez con la asistencia además, de los Ediles titulares Liliana Capece, Efraín Acuña, Ma Fernández Chávez, Marie C. Millán, Daniel Ancheta, Juan C. Ramos, Ma. de los Ángeles Cruz, Nino Báez Ferraro, Diego Echeverría, Elisabeth Arrieta, Ma del Rosario Borges, Eduardo Elinger y los suplentes Ma. Cristina Rodríguez, Javier Bonilla, Oribe Machado, Juan Shabán, Washington Martínez, Graciela Caitano, Fernando Velázquez, Beatriz Jaurena, Francisco Salazar, Luis Artola, José Ramírez, Carlos Stajano y Carlos de Gregorio).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Levantamos el cuarto intermedio establecido para el ingreso de los invitados para esta Sesión Solemne tan importante, como el mismo título lo menciona y lo establece, que es el Día Internacional de la Paz.-
Antes de dar inicio a la Sesión, quiero presentar a quienes nos acompañan en la Mesa en la noche de hoy.-
Hacia mi izquierda -y en primer lugar- el Periodista -conocido por todos nosotros obviamente por su tarea permanente dentro del Departamento- señor Eduardo Batista.-
La señora Presidenta de Cruz Roja Uruguaya, Doctora Nívea García de Meerhoff, acompañada por el Presidente del Comité Departamental de Maldonado de Cruz Roja Uruguaya, señor Pascual Gattás, bienvenido.-
También está presente el integrante del Sistema Nacional de Apoyo a las Operaciones de Paz, Coronel Gustavo Piotti Maciel; bienvenido.-
En ese caso, hecha la presentación de las personas que nos acompañan, queremos manifestar el agradecimiento a todos los que están acompañándonos hoy, especialmente al Teniente Coronel Orrego, bienvenido también.-
En primera instancia pasaríamos a que Rosana, si fuera tan amable, nos leyera un mensaje.-
Adelante.-
SECRETARIA ADMINISTRATIVA.- Buenas noches.-
“Señor Presidente de la Junta Departamental de Maldonado, Daniel Rodríguez, compañero Edil Efraín Acuña e invitados:
Por compromisos adquiridos con anterioridad se me hace imposible poder acompañarlos en esta oportunidad.-
En el Día Internacional de la Paz reciban mi más fraternal saludo y un reconocimiento muy especial para el señor Batista, destacado hombre de prensa de nuestro Departamento, que hoy está celebrando el Día del Periodista del Interior.-
Sin otro particular y deseándoles una excelente jornada, los saluda atentamente.-
Liliana Berna, Coordinadora de Bancada del Frente Amplio”.-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, entonces.-
Sin mucho más preámbulo, porque evidentemente lo interesante e importante acá es escuchar a todos los que hoy nos acompañan, le cedemos la palabra a quien ha sido el solicitante para la exposición de inicio, el Edil Efraín Acuña.-
Adelante, Edil.-
SEÑOR ACUÑA.- Gracias, señor Presidente.-
Buenas noches a todos los presentes.-
Autoridades presentes también esta noche, civiles y militares.-
Henos aquí reunidos, en la Junta Departamental de Maldonado, para hablar sobre la preservación de la civilización humana, resultando imprescindible contrarrestar el sombrío rastro de la muerte y destrucción que lamentablemente aún en los primeros años del siglo XXI existe en nuestro mundo.- (m.g.g.).-
En el año 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que el día de la apertura de su Período Ordinario de Sesiones en setiembre sería proclamado y observado oficialmente como Día Internacional de la Paz, y dedicado a conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación, en cada pueblo y entre ellos, Resolución Nº 36/67. El día 7 de setiembre del año 2001 la Asamblea General decidió que a partir del 2002 el Día Internacional de la Paz será observado cada 21 de setiembre, fecha que se señalará a la atención de todos los pueblos para la celebración y observancia de la paz; esta declaró que el Día Internacional de la Paz se observará en adelante como “Día de cesación de fuego y de no violencia a nivel mundial”, a fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para cumplir una cesación de hostilidades durante todo este día.-
También invitó a todos los Estados miembros, a las organizaciones de sistemas de las Naciones Unidas, a las organizaciones regionales y no gubernamentales, a conmemorar de manera adecuada el Día Internacional de la Paz realizando, entre otras cosas, señor Presidente, actividades educativas y de sensibilización de la opinión pública y a colaborar con las Naciones Unidas en el establecimiento de una cesación de fuego a nivel mundial.-
Como les decía, señor Presidente, como miembros de la comunidad internacional, establecida básicamente entre Estados, agrupaciones políticas que gobiernan legítimamente dentro de sus límites territoriales, que debemos mostrar respeto hacia las tradiciones, religiones, lenguas y costumbres diferentes, nos debemos encontrar siempre manifestándonos en trato solidario por la dignidad y los derechos humanos. Comunidad esta que, además de organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales, tiene empresas transnacionales comprometidas, sumando además mujeres y hombres que individualmente considerados forman parte activa de hecho.-
Los siguientes minutos de reflexión colectiva están dedicados a los niños y niñas huérfanos, los mutilados, abandonados, los olvidados de los ojos indiferentes del mundo rico, lo que es decir, todos aquellos a quienes cada minuto de vida les representa una actitud de sobrevivencia.-
Poblaciones enteras, varios millones de seres humanos como nosotros, como nuestros abuelos, como nuestros padres, como nuestras parejas, como nuestros hijos, han sido desplazados de sus hogares, sufriendo todo tipo de humillaciones, de torturas, hambrunas, padeciendo de ostracismo absoluto, hasta perder lo más preciado: el derecho a la vida. Y todo eso por ajenas ambiciones, ambiciones sedientas de riquezas ejecutadas por manos ensangrentadas que no miden costos humanos para obtener ajenos recursos naturales, diamantes, oro, petróleo, gas, agua potable. Ajenas y sedientas ambiciones fomentan la industria bélica y el abusivo uso del poder, potenciando el odio entre iguales.-
Es por eso, señor Presidente, que los desplazados y su amenazado hábitat, fuente de alimento y de calidad de vida, tienen en esta Sesión Solemne nuestra atención, porque la paz es quien nos convoca, porque ese tiene que ser el primer punto de toda agenda. Porque algunos la soñaron, la rogaron desde su fe, pidiendo un poco de clemencia para salir del infierno llamado guerra y tristemente, en su breve y doloroso pasaje por este mundo, jamás lograron escapar de esa terráquea enfermedad.-
Sanar el mundo del tráfico humano y de todo tipo de violencia es nuestra responsabilidad: aplicar un urgente antídoto que nos permita multiplicar solidaridad, compromisos gubernamentales efectivos, con desarrollo sostenible real, con tratados sobre la no proliferación de armas nucleares, por citar ejemplo; voluntades todas que busquen en cada uno de sus corazones el justo y valiente deseo de hacer llegar la acción humanitaria donde se necesita.-
“No hay camino para la paz, la paz es el camino” expresó alguna vez ese gran político y pensador indio Mahatma Gandhi, quien haciendo referencia a su persona y lo que puede lograr la voluntad comentaba: “Dicen que soy héroe, yo, débil, tímido, casi insignificante; si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos”.-
Afortunadamente hay voluntades que están haciendo -pero no es suficiente-, en su gran mayoría desde el anonimato, con un alto grado de heroísmo y generosidad. Con su presencia dicen día a día: “Aquí estamos por la vida, contra la pobreza, contra el narcotráfico y el terrorismo, erradicando el racismo y la discriminación, denunciando la trata y tráfico de personas, promoviendo la igualdad social, educando con los medios posibles, alimentando, además, con esperanzas. Aquí estamos por el derecho sagrado a la paz de cada pueblo, procurando desarrollo sostenible para lograr un futuro de paz sostenible”.-
Esas personas no son vacíos o coloridos discursos que se quedan en el diagnóstico, esas personas son protagonistas de las respuestas en el terreno. Médicos, soldados, voluntarios, periodistas, educadores, religiosos, empresarios, artistas, entre otros, aportan su grano de arena.- (m.b.r.p.).-
Ciudadanos todos que se formaron en nuestros institutos educativos, lo que es decir que fueron nuestros compañeros de escuela, de liceo, de universidad, de iglesia o aún más efectivamente desde un punto de vista afectivo, en algunos casos, son parte de nuestra familia. Saber que representan el ser uruguayos en el mundo nos llena de orgullo y de admiración y merecen ser reconocidos.-
Nuestro país, señor Presidente, es notorio en la comunidad internacional y fue destacado por la Secretaria de Estados Unidos, Hillary Clinton, cuando afirmó que Uruguay es un ejemplo mundial en su compromiso con las misiones de paz, en un mensaje de felicitación por el 197 aniversario de nuestra independencia, recientemente emitido en nombre del Presidente Barack Obama, Nobel de la Paz que aceptó dicho premio en el año 2009 como un estímulo de los retos del siglo XXI.-
Luego señaló la Jefa de la diplomacia estadounidense que las importantes contribuciones de Uruguay para impulsar la paz y los derechos humanos han servido como faro para personas y países de todo el mundo. “Felicitamos el compromiso de Uruguay con la transparencia y el imperio de la ley”.-
No hay un país que contribuya más a las misiones de paz en términos proporcionales que Uruguay; se estima que uno de cada tres militares uruguayos participa en misiones de paz en el exterior, en este país de 3:400.000 habitantes.-
Actualmente la República Oriental del Uruguay participa como observador en una decena de misiones de paz y tiene efectivos en tres: Haití, República Democrática del Congo y el Sinaí. Agradecemos la asistencia del Coronel Gustavo Piotti por el Ministerio de Defensa.-
Cruz Roja, Media Luna Roja, Cristal Rojo, históricamente presentes en zonas de conflicto con médicos, especialistas, enfermeros, medicinas y alimentos. Además, Cruz Roja Juventud mantiene y consolida entre sus líneas de acción la educación para la paz, prestando especial interés a las situaciones de desigualdad e injusticia social, despertando el interés de futuros voluntarios, además, varios multiplicadores de valores humanos y actitudes de vida saludables.-
A la Doctora García y a don Pascual Gattás, Presidente y Vicepresidenta de Cruz Roja uruguaya: valoramos vuestra presencia.-
Cuando políticos o dictadores locales no reaccionan o quieren ocultar la verdad, la tarea de informar para obtener la atención mundial es realizada por camarógrafos y cronistas que no están por el simple morbo de mostrar lo macabro, sino porque son profesionales que describen una triste y muy amarga realidad, provocando todo tipo de respuestas para los afectados y su agredido medio ambiente mientras el tema es noticia.-
El Periodista Eduardo Batista también dijo presente realizando un documental sobre nuestros cascos azules cumpliendo una misión de paz en el hermano y castigado pueblo de Haití. También nos gratifica, Eduardo, tu presencia.-
Finalizando, señor Presidente, para que otros compañeros Ediles hagan uso de la palabra, al igual que nuestros distinguidos invitados, queremos recordar que para el novelista ruso Fiódor Dostoyevski, “el secreto de la existencia humana está no sólo en vivir, sino también en saber para qué se vive”.-
Vivamos con tolerancia, vivamos moralmente más humanos, vivamos en y por la paz.-
Muchas gracias.-
(Aplausos).-
(Durante el transcurso de esta disertación, se retiró el Edil Carlos Stajano; e ingresaron los Ediles Adolfo Varela y Daniel Tejera).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, señor Edil.-
Vamos a continuar con las adhesiones a esta Sesión Solemne; a continuación el Edil Diego Echeverría.-
Adelante.-
SEÑOR ECHEVERRÍA.- Gracias, Presidente.-
Simplemente en nombre del Partido Nacional quisiera aportar alguna reflexión a las palabras vertidas por el compañero Acuña, que han sido más que acertadas y profundas, y enfocarlo también desde el punto de vista del aporte que puede hacer la clase política, un enfoque también centrado a la sociedad uruguaya, porque en momentos que hablamos de paz, creo que también la sociedad de los pueblos se encuentran encaminados en la búsqueda permanente de este objetivo.-
Cuando hablamos de paz creo que debemos ser conscientes de que es no solamente una expresión de deseo, sino que es un compromiso diario, porque la paz se construye. Cuando hablamos de construir paz, hablamos de construirla con una actitud realista, con una actitud pragmática. Porque las personas, los pueblos, las sociedades en su conjunto cosechan lo que siembran y para cosechar paz hay que sembrar diálogo y hay que sembrar respeto.-
Y por qué elegí estas dos palabras, porque en definitiva en un ámbito parlamentario como es este y donde hay representantes de toda la sociedad y donde los pilares fundamentales del relacionamiento deben ser el diálogo y el respeto, tenemos que saber que estos son los instrumentos para obtener eso tan ansiado y tan preciado, que es la paz.- (g.t.d)
Y cuando hablamos de respeto, hablamos del reconocimiento, hablamos de la consideración y de creer, con convicción, que podemos pensar distinto y entre todos acercarnos a la verdad, en esa búsqueda de comprensión, valorando al otro, sabiendo que un derecho termina donde comienza el del otro, sin imposiciones y sin vulneraciones. Ese es un instrumento, ese es el respeto que en definitiva nos acerca en ese proceso de construcción permanente, que es la búsqueda de la paz.-
Y también el diálogo, pero el diálogo de verdad, y no esa simple sumatoria de dos monólogos; ese diálogo que busca entender al otro porque entiende que una posición es tan válida como la otra; ese diálogo que acerca, y no ese que -después de una discusión o de un intercambio de ideas- nos termina dejando más alejados de lo que estábamos al comienzo. Es decir: un diálogo real y un diálogo con desprendimiento.-
A la paz hay que entenderla como un objetivo -efectivamente-, como un proceso, pero como un valor en sí misma. Para vivir en paz se debe trabajar, y mucho, por valores diarios y cotidianos -y desde la clase política la construcción se puede hacer-, que son valores como la seguridad y la educación.-
Sin seguridad y sin educación no tenemos paz, no somos dueños de nuestra libertad y es imposible alcanzar ese estado de vida que hoy homenajeamos, que es la paz. Por eso hay que educar para la paz, y no sólo hablo de la educación que le enseñe a los niños en las escuelas el daño que causan las guerras, sino la educación que da instrumentos intelectuales y de valores para discernir y saber cuáles de nuestras conductas llevan a la paz y cuáles a la violencia.-
Trabajar por la paz es trabajar por la no violencia, pero la violencia no sólo la podemos encontrar en las acciones, sino también en el lenguaje: existe la violencia de la polarización, la de la división, la del enfrentamiento y la de los prejuicios. Y vaya que en ámbitos políticos el prejuicio siempre está a la vuelta de la esquina, y esas son las cosas que alejan al entendimiento y al diálogo.-
Por eso es importante, también, no vaciar de contenido las palabras ni los valores con eso que tanto daño hace a la convivencia, que es el relativismo. Más allá de la opinión que se tenga en distintos temas, el relativismo de quitarle un valor a las cosas es lo que termina haciendo que todo valga lo mismo y que -con ese sentido- nada valga nada.-
Debemos alejarnos de una sociedad en donde se plantea el revanchismo, donde se vive con los ojos en la nuca y no se construye un horizonte. Debemos alejarnos, también, de la dicotomía de los buenos y los malos, eso de que quien no está conmigo está en mi contra. Debemos entender que la crítica es eso: es crítica y no ataque, y que no es por el objetivo de la vulneración, sino por el objetivo del pensar distinto.-
Por eso lo del principio: si queremos construir paz, debemos trabajar diariamente en base al diálogo y en base al respeto.-
Muchas gracias.-
(Aplausos).-
(Se retira de Sala el Edil Juan Shabán; e ingresa en su lugar el Edil Fermín de los Santos).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, señor Edil.-
A continuación, le damos la palabra a la Edila María del Rosario Borges. Adelante.-
SEÑORA BORGES.- Gracias, señor Presidente.-
Señor Presidente, compañeras y compañeros Ediles, señora Presidenta de la Cruz Roja Uruguaya, señor representante de la Cruz Roja Departamental, representante del Ministerio de Defensa, Periodista Eduardo Batista y demás autoridades aquí presentes: en nombre de la Bancada del Partido Colorado, adherimos a la iniciativa del Edil Efraín Acuña de realizar esta Sesión Solemne para conmemorar el Día Internacional de la Paz, con el lema para este año: “Una Paz sostenible para un futuro sostenible”.-
En el año 1981, el 30 de noviembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró -como expresó el Edil Acuña- que el día de la apertura de su período ordinario de sesiones en setiembre sería “proclamado y observado oficialmente como Día Internacional de la Paz, dedicado a conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo, y entre ellos”. -Resolución Nº 36/67.- (m.r.c)
El 7 de setiembre de 2001 la Asamblea General decidió que a partir del 2002 el Día Internacional de la Paz será observado cada 21 de setiembre, fecha que se señalará a la atención de todos los pueblos para la celebración y observancia de la paz -Resolución Nº 55/282. Declaró que el Día Internacional de la Paz se observará, en adelante, como un día de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de que todas las naciones y pueblos se sientan motivados para cumplir una cesación de hostilidades durante todo ese día.-
¿Cuántas veces, cuánta insistencia, una y otra vez la misma determinación o el mismo anhelo? Nos debemos preguntar realmente si existe esa determinación a la paz o si se trata de un anhelo. ¿Determinación o anhelo?
Recordemos y pensemos en la Conferencia Interamericana de Chapultepec, México, sobre los Problemas de la Guerra y de la Paz, que se reunió del 21 de febrero al 8 de marzo de 1945 y que tuvo por finalidad proporcionar a los Gobiernos de las repúblicas americanas que formaban parte del grupo de Naciones Unidas y Asociadas la oportunidad de considerar conjuntamente la forma de intensificar su colaboración, así como la participación de América en la futura Organización Mundial y el impulso que debería darse tanto al sistema interamericano como a la solidaridad económica del continente.-
Recordemos y pensemos en la Conferencia de San Francisco, en la que se reunieron los delegados de cincuenta naciones que representaban un 80% de la población total del mundo; gente de todas las razas, religiones y continentes, todos resueltos a establecer una organización que conservara la paz y ayudara a crear un mundo mejor.-
Asistieron 850 delegados, que con sus asesores y colaboradores y el personal de la Secretaría sumaban 3.500. Fueron allá, además, 2.500 representantes de la prensa, la radio y los noticieros cinematográficos, y observadores procedentes de numerosas organizaciones y sociedades. En suma, la Conferencia de San Francisco fue una de las más importantes de la Historia, y quizás también la mayor de las reuniones internacionales que jamás se hayan efectuado.-
Permítanme hacer mención a un reclamo interno de nuestro Uruguay -algo curioso, si se quiere- que surge del Diario de Sesiones de la Cámara de Representantes del 3 de abril de 1945, en la que la primera Diputada colorada por Montevideo -pero carolina de nacimiento-, Magdalena Antonelli Moreno, relata: “Aludo, señor Presidente, a la prescindencia -involuntaria, no lo dudo, pero no por ello menos alarmante- de la intervención femenina en las delegaciones que, con motivo del estudio de los problemas sobre la posible consolidación de la paz mundial, han sido designadas hasta ahora, dado que en vísperas casi de una nueva concurrencia del Uruguay a la Conferencia de San Francisco de California, prolegómeno trascendental de la definitiva Conferencia de la Paz Universal, no se tiene la menor noticia de que integre la delegación que lo representará ninguna mujer.-
Y esta exclusión, que sería anacrónica para cualquier país de América, se vuelve insólita para Uruguay, que tuvo ya su destacada representación femenina en la Liga de las Naciones y en otras excepcionales oportunidades en las cuales se han debatido problemas de profunda repercusión mundial.-
Y también” -sigue diciendo- “resulta más verdaderamente injustificada esta prescindencia de la mujer uruguaya si se detiene el pensamiento en la justa valoración a que se ha hecho acreedora en los últimos treinta años con la intensificación de su cultura general y profesional, a tal punto que sería hoy muy factible para un gobierno que se propusiera integrar una delegación exclusivamente con mujeres”.-
De pronto hoy los desafíos que enfrenta el mundo sean diferentes, en muchos aspectos, a aquel entonces de las Conferencias referidas, pero hay uno en el que aún no hemos podido superar nuestras limitaciones y ese es, justamente, el de la paz.-
El mundo que decimos civilizado aún no la ha conquistado, y si lo ha hecho no la ha sabido defender, no la ha sabido conservar, esa paz, que es la herramienta básica e imprescindible de la convivencia. Tal vez debamos preguntarnos si en definitiva no se debe a que los integrantes de la sociedad aún no han sabido encontrar su paz interior.- (a.t)
De todos modos, creemos que la paz es posible y si es posible debemos trabajar por la paz, debemos construir la paz en el día a día.-
Muchas gracias.-
(Aplausos).-
(Durante esta exposición se retiran los Ediles Francisco Salazar y Daniel Ancheta; e ingresó el Edil Guillermo Ipharraguerre).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, señora Edila.-
A continuación, tiene la palabra el señor Edil Juan Carlos Ramos.-
SEÑOR RAMOS.- Señor Presidente, señores Ediles, señores invitados que nos honran con su presencia: queremos hacer un enfoque íntimo, nacional, de lo que significa para nosotros la paz a través de acontecimientos que nuestro país ha vivido.-
El día 8 de octubre de 1851 el “Licenciado Peralta” -esto es narrado por el modesto cronista el Doctor Domingo González, que usaba como seudónimo “Licenciado Peralta”- describe en una mesa de exámenes en la Facultad, lo siguiente: “Damián Vivas, otro de los estudiantes matriculados y que no enumeré antes se encontraba frente a la pizarra, de uso en estos casos, ocupado en la demostración de un teorema de geometría plana cuando se sintieron pasos precipitados por la galería y por el patio, que no pudieron menos que preocupar la atención de todos los que ocupaban la sala, concluyendo con una verdadera sorpresa al sentir abrirse con violencia y estrépito la puerta vidriera que daba al patio, dando entrada al señor don José Gabriel Palomeque, el cual con el sombrero en la mano y temblando de emoción exclamó dirigiéndose al Doctor Peña: `¡Albricias!´`¡Albricias para todos!´ `Acaba de firmarse la paz sobre la base patriótica de que no hay vencidos ni vencedores!´.-
El Doctor Peña, no menos emocionado que el distinguido y simpático misionero de la paz que acababa de celebrarse se dirigió y abrazó al señor Palomeque y, tomándose ambos del brazo, abandonaron el aula para dirigirse al departamento que el Rector habitaba en uno de los extremos del edificio. Excusado es decir que los estudiantes, a su vez, abandonaron el local con el mayor apresuramiento, deseando llegar a sus respectivas casas a la mayor brevedad posible, y así lo hicieron sin preocuparse para nada del día en que debían volver a él, pues desde luego pensaron en las fiestas que habrían de tener lugar en celebración de una paz tan deseada.-
Al son del repique de las campanas de los templos, del estallido de los cohetes voladores de dos tiros y de la India, en medio de los innumerables grupos que empezaban a formarse en las calles de la ciudad y de las muchas personas que corrían desatentadas en distintas direcciones, muy especialmente hombres, con la alegría pintada en el rostro, los estudiantes hicieron el trayecto de la Universidad a sus respectivas casas esperándolos en ellas iguales manifestaciones de contento y verdadera satisfacción. Todos eran dichosos en esos momentos.-
Habían dado las 10:00 de la mañana, hora de almorzar en aquella época, de manera que fue eso lo que todo el mundo hizo antes de iniciar ningún programa, conducente a disfrutar los goces que necesariamente tenía que producir la fácil comunicación entre la plaza sitiada y el campo sitiador hasta aquella fecha y durante casi nueve años.-
‘Arturito’ -el alter ego del autor-, por su parte, tardó muy poco en ver realizado su deseo de encaminarse al campo sitiador -en que, como lo recordará el lector, había residido durante cuatro años; esto es desde 1843 hasta fines de 1847-, pues se encontró con que sus padres concluían en ese momento de almorzar en compañía de varias personas; sólo faltaba, en consecuencia, que él hiciese otro tanto para enseguida partir en comitiva todos los presentes en dirección al Cerrito y uniendo los hechos a las palabras así lo hicieron. Media hora después, ‘Arturito’, sus padres y demás personas reunidas en su casa, iban camino de la villa de la Unión, habiendo tomado para ello la calle 18 de Julio.-
Al llegar a la hoy calle del Municipio, a la derecha, se encontraba a las puertas de la casa llamada ‘Volada’. Era notorio para todos los de aquella época que las casas distinguidas con tal denominación eran aquellas que habían volado por los aires, la mayor parte de las veces junto con los pobres soldados de uno y otro bando que se resguardaban o hacían guardia en ellas, siendo esta casa, la de la esquina de 18 y el Municipio, una de ellas.- (cg)
Desde esta última calle en adelante era campo neutral hacia la azotea llamada entonces ‘El Sorchante’, reedificada hoy y con casa de negocio, como siempre estuvo, y formando ángulo entre 8 de Octubre y Garibaldi.-
Pues bien, todo este campo neutral estaba poblado de una hierba abundante y frondosa y en forma tan compacta que dificultaba el tráfico, fatigando, además, la pujanza de las personas más decididas para adelantar camino.-
Fue grande la novedad que causó la inmensa masa de gente que avanzaba a paso largo y decidido por aquellos tupidos matorrales que, como dejo dicho, se resistían al tráfico doblándose a su paso para volver a erguirse una y más veces y para poner en posición vertical sus tallos hollados por rudas plantas.-
Después de nueve años de abandono, en el terreno -teatro de la lucha diaria en guerrillas, en sorpresas y descubiertas, ataques recíprocos, persecuciones, etc.- mal podía pretenderse encontrar sendas o caminos regulares para el tráfico, todos los que existían cuando se inició la guerra los había borrado el tiempo, que sólo rigió para la ruina y la destrucción. No había caminos, pero había yerbales y abundante cicuta, la planta viciosa a la que me he referido y que resistía rebelde en aquella tarde memorable.-
La concurrencia había cargado el centro de la línea de fuego, dirigiendo su marcha por la Cuchilla Grande y en dirección a la villa, en la cual era de suponer se encontraba al mayor número de las familias, más o menos vinculadas a las de la capital, ya por lazos de parentesco como los de la amistad. Las escenas expresivas y tiernas se repetían a cada paso entre parientes y amigos, que yendo y viniendo en direcciones opuestas se encontraban y detenían, todos eran abrazos, expansiones y esperanzas para el porvenir, que por cierto, en aquellos momentos felices, nadie podía suponer que en muy breve plazo habrían de ser defraudadas.-
Parece que veo las sopandas, nuevas y viejas, berlinas y carricoches de mala facha y de peor movimiento, carretillas de trabajo -toldadas con sábanas y munidas de colchones en su techo para que pudieran sobrellevarse la rudeza del traqueteo- llenas de señoras y de niños. Todo se volvía exclamaciones, saludos en voz alta y por señas, todo en medio de vivas, general regocijo y confusión con los cohetes y vocerío sostenido del inmenso gentío que avanzaba.-
Ya próximos, ‘Arturito’ y su familia, a los antiguos Molinos de Ocampo, frente a lo de Meneses, se dejó ver a distancia, a unas cuatro o cinco cuadras, un piquete de caballería que atravesaba por los fondos de la quinta que ocupaba el Doctor don Francisco Solano Antuña y su familia, produciendo gran alarma y confusión en la columna que avanzaba a paso redoblado, guiada por la ansiedad de llegar cuanto antes al lugar de su destino.-
Para esto, una evolución que hizo el piquete, que por dificultades del terreno y no por otra causa, y un grito alarmante y en forma interrogada de “¿son blancos o son colorados?” vino a colmar la medida, produciendo un desbande de mayor y menor importancia, muy especialmente en las señoras y más que en estas, en los niños, que eran conducidos de la mano por centenares.-
Tal vez, si no hubieran sonado las palabras “blancos y colorados” que desde entonces ya se consideraban borradas y extinguidas para siempre, nada hubiese ocurrido, pero el ánimo prevenido por ingrata experiencia, después de nueve años de sangre y de desquicios, borró en un segundo las gratas impresiones de aquella mañana de feliz iniciación, de una vida de reconciliación y progreso para el futuro.-
El piquete de caballería venía desarmado, como no podía ser menos, y siguió tranquilamente su camino. Otro tanto hizo la columna del pueblo, que al divisar en esos precisos momentos los primeros edificios de la villa, que días después iba a ser bautizada con el nombre de ‘Unión’, conmemorando el gran acontecimiento del día, se apresuró a repartirse en grupos y estos a invadir todas y cada una de las calles en que aquellas estaba dividida, sus alrededores, la Iglesia de San Agustín y el Colegio, en cuya torre flameaban un grupo de Banderas Nacionales.-
La visita en masa de la población de Montevideo al campo sitiador duró hasta las cinco o seis de la tarde, después de haber sido acogida por pronunciadas manifestaciones de confraternidad, aunque sin exageración ni estrépito. El regreso fue aún más expansivo que la ida, agregándose a esto cantos y manifestaciones de todo género, no quedando un solo cajón de cohetes de la India en la villa que no se quemase en el tránsito de ella a Montevideo.-
Cuando de regreso llegó la columna de pueblo al campo neutral por segunda vez, tuvo la oportunidad de ver que si bien los matorrales y chircales de aquellos terrenos, incluso la cicuta, que abundaba sobre todas, habían insistido en erguirse con repetición, resistiendo a la presión de millares de pies en acción de marcha, al regreso aparecían dominados sus bríos de tal manera que, quebradas por sus tallos, se habían convertido en una hermosa alfombra de mullidos juncos y espadañas en homenaje a la paz”.- (a.f.r.)
Además de estas palabras -que quería recordar que no son mías, sino que son del “Licenciado Peralta”-, también quisiera hacer una recordación para el 21 de setiembre de 1808, cuando se dio el primer grito de rebelión en la América española, en el Cabildo abierto de Montevideo de dicha fecha y en el cual se respaldó a un monarca -que lamentablemente no respaldaba al pueblo- ante la invasión napoleónica.-
Nada más.-
Muchas gracias.-
(Aplausos).-
(Durante el transcurso de esta oratoria se retiraron los Ediles Marie C. Millán, Adolfo Varela y Efraín Acuña; e ingresaron los Ediles José L. Noguera, Hebert Núñez y José Hualde).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, señor Edil.-
Vamos a continuar con la adhesión de algunos señores Ediles -pidiéndoles que sean lo más breves posible- para luego atender la palabra de los invitados.-
Washington Martínez, tiene la palabra.-
SEÑOR MARTÍNEZ.- Buenas noches a los invitados, señor Presidente, compañeras Edilas y compañeros Ediles.-
Voy a ser breve.-
Hablar de la paz mundial es hablar de un pensamiento muy ambicioso; hablar de la paz mundial también tiene sus contradicciones. ¿Por qué digo esto?
Visto que las Naciones Unidas están integradas por países que tienen un armamento bélico de gigantescas proporciones y que son los mismos que realizan intervenciones en otros países en nombre de la paz, sacamos una conclusión: si hay armas de por medio, es porque hay situaciones hostiles creadas por diferentes intereses, entonces, quiere decir que no hay paz.-
A mi forma de ver las cosas, para generar conciencia de paz, tenemos que comenzar por nuestro hogar.-
¿Ustedes creen que nuestras palabras, emanadas desde este humilde Plenario, caminarán por el éter y serán escuchadas por el resto del mundo? La forma de ser partícipes en la generación de paz es que cada uno de nosotros colaboremos en nuestra sociedad y que después echemos un vistazo al mundo.-
Que en nuestra casa se respire paz, inculcándoles a nuestros hijos que siempre tienen que dejar de lado la violencia, preparándolos desde la raíz para que crezcan sin resentimientos, sin sed de venganza ni revanchismos, sería buen aporte para lo que hoy es un grave problema en nuestra sociedad: la violencia de género.-
Ese sí sería un gran aporte para el mundo, poder erradicar la violencia en los hogares. Porque, en definitiva, cuando hablamos de ausencia de paz, es porque se enquistó en nosotros la violencia.-
¿Por qué hago referencia a todo esto? Porque cuando hablamos de esta palabra tan corta como es “paz”, vemos que su significado es gigante.-
No tenemos que hacer un cese de hostilidades y que no haya guerra sólo este día 21, son todos los días.-
Desde nuestro comportamiento como familia uruguaya, mostrarle al mundo que somos un país pequeño, que en cada paso que da busca agotar -por todos los medios- las negociaciones diplomáticas con nuestros pares.-
Actualmente hay uruguayos que al ver que desde nuestro país vecino, Argentina, han utilizado todo tipo de trabas comerciales -que evidentemente nos perjudican-, el paso más corto, ¿cuál es? Ofuscarnos y decirnos que debemos darles de beber la misma medicina.-
¿A qué nos llevaría tener enfrentamientos y tal vez hasta romper el relacionamiento con un país hermano? Los pasos que lleva adelante el Gobierno uruguayo en estos momentos son los correctos. Son los de permanente diálogo, que es una clara muestra de paz, porque los conflictos por algún lugar comienzan y por alguna razón se agudizan.-
Nada más.-
Gracias.-
(Aplausos).- (c.i.)
(Se retiraron los Ediles José L. Noguera, Daniel Tejera, Luis Artola, Ma de los Ángeles Cruz y Javier Bonilla; e ingresaron los Ediles Marie C. Millán y Efraín Acuña).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Para referirse al tema, Edil Velázquez, tiene la palabra.-
SEÑOR VELÁZQUEZ.- Gracias, señor Presidente.-
Voy a ser muy breve y destacar, primero, que estoy orgulloso de pertenecer a este pueblo uruguayo que tanto ha luchado por la paz, que ha luchado por la justicia, que es lo que habilita la paz, y que ha luchado por los valores, que son los que habilitan a la justicia.-
Esto lo expresamos más allá de las rencillas que podamos tener en los ámbitos políticos, gremiales, etc.; lo expresamos en la capacidad de diálogo, de acuerdo, lo expresamos cada día en el vecindario, en nuestra adhesión -quizás por nuestra formación mayoritariamente católica, y perdón, porque capaz que incido en alguna otra persona que no tiene esas creencias, pero es mi caso-, por toda una trayectoria, a un cúmulo de valores que tratamos de preservar y defender en momentos que son muy difíciles para toda la Humanidad y para todos los pueblos.-
Quiero saludar muy especialmente a los invitados, por lo que representan, por lo que nos representan; al periodista: porque entiendo que ha tenido la capacidad de mostrar la noticia en su contexto; a la Cruz Roja: porque la vemos constantemente en la línea de fuego, pero irónicamente para construir la paz y al Ejército: que participa a través de los Cascos Azules en distintas misiones de paz, tratando de colaborar con otros países que no han logrado esta tranquilidad que por suerte todavía podemos preservar y defender en nuestro país.-
Muchas gracias, señor Presidente.-
(Aplausos).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, señor Edil.-
En el uso de la palabra la Edila Marie Claire Millán.-
Adelante.-
SEÑORA MILLÁN.- Gracias, Presidente.-
Queremos adherir a esta Sesión Solemne conmemorando este día que es absolutamente importante, ya que supone la necesidad de trabajar cada vez más y en forma sostenida para el logro de la paz. La paz no solamente como ausencia de la guerra sino la paz como un sinónimo de justicia e igualdad entre los seres humanos, como dice la Declaración de la UNESCO.-
Y sin querer, pero casi como si nos hubiéramos coordinado con lo que decía en una parte de su exposición nuestra compañera Edila Borges, cuando leía esas palabras de Magdalena Antonelli, que seguramente deben tener unos sesenta años más o menos, reflexionamos sobre cómo sesenta años después, el año pasado, el 3 de marzo de 2011, Michelle Bachelet, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, se refería exactamente a esos temas: a la ausencia de la participación de las mujeres en los procesos de paz y a cómo recién en el año 2000 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad la Resolución Nº 1.325.-
Decisión histórica -dice Michelle Bachelet-, ya que reconoció que la experiencia de las mujeres en lo que se refiere a la guerra era diferente a la de los hombres y, en segundo lugar, que las mujeres de un país eran un recurso sin aprovechar a la hora de consolidar la paz.-
La Resolución Nº 1.325 instaba a todos los actores, nacionales e internacionales, a hacer participar plenamente a las mujeres en la prevención, resolución y recuperación de un conflicto y a garantizar que todos los esfuerzos en aras de la consolidación de la paz fuesen consistentes con los principios de la igualdad de género. Esta resolución también decía: “persigue empoderar a las mujeres y promover la igualdad de género”. Y decía Bachelet, reafirmando su compromiso: “Tengo la intención de acelerar los esfuerzos colectivos para promover la autonomía de las mujeres en la transición de la guerra a la paz. ONU Mujeres tratará de influenciar la toma de decisiones al nivel más alto en este proceso en la ONU gracias a una organización cuyo único mandato es facilitar que las mujeres gocen de sus derechos humanos”.- (dp)
En este terreno dice: “Trabajaremos con los gobiernos para que las instituciones públicas sean más accesibles, sensibles y responsables con las mujeres. Apoyaremos la participación económica de las mujeres a través de iniciativas que atiendan a barreras formales e informales a un acceso más amplio a los mercados y aconsejaremos sobre cómo hacer que las leyes nacionales sean más consistentes con las obligaciones internacionales relativas a los derechos de las mujeres”.-
Y se preguntaba: “Pasada una década de la adopción de la Resolución Nº 1.325, cómo se ha dado respuesta a su llamamiento a incluir a las mujeres en el trabajo en pro de la paz”. Y dice: “La comunidad internacional ha sido contradictoria, por un lado se han ampliado resoluciones que tratan sobre las mujeres en tanto víctimas del conflicto, especialmente víctimas de una violencia sexual sistemática y generalizada, y muchas de esas resoluciones, por ejemplo algunas adoptadas en el año 2008, han sido innovadoras -en primera instancia-, porque han afirmado que no puede haber impunidad para los que ordenan, aprueban o cometen esos crímenes y, en segundo lugar, comprometiendo a la comunidad internacional a prevenir y dar respuesta a la violencia sexual perpetrada durante y después de los conflictos.-
En este proceso las Naciones Unidas en el año 2010 designan a una representante especial del Secretario General de la ONU, en materia de violencia sexual en los conflictos, y como producto de ese trabajo conjunto de esta representante -nos dice Bachelet con su trabajo como Directora Ejecutiva- se ha asumido un compromiso por parte del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz para crear materiales de formación basados en los hechos y dirigidos a los responsables del mantenimiento de la paz, relativos a cómo proteger a las mujeres de los altos niveles de violencia sexual en los conflictos”.-
También dice: “En cuanto a la participación de las mujeres en la paz y en la seguridad, la Comunidad Internacional no ha tenido una buena actuación”.-
Y dice: “Es difícil creer que la falta de la presencia de las mujeres en los niveles más altos de la mediación no apunta -por lo menos en parte- a la casi invisibilidad de los asuntos relativos al género en los acuerdos de paz.-
Un estudio de 585 acuerdos de paz de entre 1990 y 2010 indicó que sólo el 16% hablaba siquiera de las mujeres, sólo el 3% de los acuerdos de paz incluyen una referencia a la violencia sexual o de género y que en sólo seis acuerdos de cese del fuego de todos los tiempos se ha identificado a la violencia sexual como una violación del cese del fuego.-
Tampoco las mujeres participan activamente en lo que tiene que ver con la recuperación económica después de un conflicto.-
A pesar de que las Naciones Unidas han alentado la paridad de género en los programas de empleo, sólo el 8% de las mujeres en algunos países han sido incluidas en los programas de empleo y de oportunidades laborales.-
El enfoque de la Comunidad Internacional de una representación política en las situaciones de post conflicto” -dice-, “ha sido igualmente decepcionante. Nuestros estudios en materia de las cuotas de representación parlamentaria después de un conflicto indicaron que en los sistemas basados en las cuotas, el 34% de los representantes electos fueron mujeres, mientras que en los países sin cuotas electorales las mujeres representaron sólo el 12% de los parlamentarios.-
A pesar de una mayor conciencia de la importancia de las cuotas, el ritmo de la acción internacional ha sido glaciar”.-
Y continúa en su extenso discurso indicando y haciendo este fuerte hincapié en cuanto a la necesidad de contemplar estas situaciones que sufren las mujeres durante las guerras y después de las guerras. Baste recordar en una de las guerras más recientes, como la de Bosnia, cómo el abuso sexual y la violencia sexual contra las mujeres fue verdaderamente terrible y cómo esa violencia sexual sufrida por las mujeres no ha sido todavía castigada como debe ser castigada. O sea, vencer, terminar con la impunidad de esas situaciones.- (cea)
Creo que una de las colaboraciones que podemos hacer como ciudadanos, como ciudadanas, como país, es seguir denunciando estas cosas y promoviendo el cumplimiento de esta normativa internacional que las Naciones Unidas ha ido adoptando para que, en un tiempo no muy lejano, podamos poner fin a estas inequidades y a estas terribles injusticias que sufren las mujeres en el mundo entero.-
Gracias, Presidente.-
(En el transcurso de esta exposición se retiró la Edila Ma. Cristina Rodríguez; e ingresaron los Ediles Nátaly Olivera, Javier Bonilla y Gerardo Rótulo).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Muy bien.-
(Aplausos).-
Gracias, señora Edila.-
Edila Capece en el uso de la palabra.-
Adelante.-
SEÑORA CAPECE.- Muchas gracias, señor Presidente.-
Saludamos a nuestros invitados en la noche de hoy.-
De alguna manera queríamos -en el mismo sentido que lo expresaba recién la compañera Marie Claire- ver cómo el tema de la paz está íntimamente ligado a lo que son los derechos humanos y a lo que es la democracia.-
No puede haber paz si no tenemos democracia y no puede haber democracia si no tenemos derechos humanos, es decir, es todo como un círculo al cual tenemos que alimentar continuamente.-
Celebro la iniciativa que ha tenido el compañero Efraín de traer a este ámbito político hoy la conmemoración de lo que es el Día de la Paz.-
De la Carta de Naciones Unidas, del Pacto de San José de Costa Rica hasta hoy cada vez más se habla de la paz como un derecho humano, es decir: la paz no es solamente la ausencia de guerra o la no violencia sino que es un derecho humano fundamental que podamos vivir en paz, que podamos gozar de la paz, disfrutar de la paz, que podamos tener una vida, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, en paz.-
Evidentemente cuando hablamos de los Cascos Azules y cuál es su intervención en los lugares donde concurren nuestros soldados uruguayos, evidentemente que más allá de que nosotros no lo podamos vivir así en el contexto internacional sí ven a Uruguay como un país de paz, por eso también a nosotros íntimamente hoy nos golpea tan fuerte la situación de inseguridad social en la que vivimos, porque mal que nos pese, somos un país en el que estamos acostumbrados a vivir en paz, aunque nosotros no lo veamos, aunque no lo queramos reconocer, aunque nos parezca que hay tantas cosas para lograr -como decía recién la compañera Marie Claire-, cuando hay tantas aspiraciones a las que tenemos que llegar como país y las que tenemos que lograr como una sociedad democrática.-
Uruguay es un país que está acostumbrado a vivir en paz.-
No tengo mayor información de cómo se prepara a nuestros soldados para estas misiones de paz, lo que sí tengo claro es que sí tienen una preparación, que se les informa sobre la geografía en la cual van a desempeñar su tarea, pero no por el mero hecho de dónde van a realizar las maniobras militares sino para que tengan la información de primera mano, antes de llegar, de cómo es la geografía donde van a estar, cómo se mueve la gente en esa geografía.-
También conocen la Historia del país a donde van a ir y una de las cosas que también se les trata de inculcar es la garantía del respeto que deben tener por la diversidad cultural con la que se van a encontrar, porque no hay democracia, no hay paz sino se respetan, sino se garantizan las diversidades culturales; respetar al otro sin dejar de ser nosotros mismos.-
No podemos tener ese respeto si no tenemos del otro lado una cultura viva, una cultura real, palpable, que tenga manifestaciones vivas. Eso es lo que se les inculca a nuestros soldados cuando van, el respeto hacia la cultura en la que van a desarrollar su tarea, aunque esto es poco, porque sabemos que hay quienes se van de lo que es el respeto al otro y el respeto al derecho humano.-
Lamentablemente estamos pasando por situaciones de algunas violaciones a los derechos humanos por parte de nuestros soldados, pero eso no es lo general, eso no quiere decir que todos nuestros soldados tengan esas actitudes aberrantes, al contrario, han sido denunciados y han sido puestos de manifiesto porque hay otros a quienes se les han inculcado los derechos humanos y han podido trabajar cuando les toca estar en esos límites tan poco definidos respecto hasta dónde tiene que llegar la intervención de nuestros soldados.- (m.g.g.).-
Insisto, porque tienen esa cultura de paz, porque tienen esa costumbre de vivir en paz, es que han podido desarrollar hasta ahora esa tarea tan difícil y a veces tan puesta en la crítica por nosotros mismos.-
Si bien hemos sido muchos los oradores, no quería dejar de tener esta intervención. Primero, porque considero que no basta con la iniciativa que pueda tener un Edil, sino que todos, en cada día, en cada momento y en cada circunstancia en la que vamos a tener un enfrentamiento, tendríamos que tener presente que es mejor encontrarse con el otro, como decía el compañero -el Edil blanco- y no ir contra el otro. De esos encuentros, del ejercicio de la tolerancia, vamos a poder tener una vida en paz.-
Me gustaría leer, de la Conferencia de Costa de Marfil, el concepto de paz. Se la define como el conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto de la vida, de la persona humana y de su dignidad, de todos los derechos humanos, del rechazo a la violencia en todas sus formas y la adhesión a los principios de libertad, justicia, solidaridad y tolerancia entre los grupos y las personas.-
Como vemos, este concepto, de alguna manera, reúne esos valores que a veces nosotros los vemos por separado y en realidad todos tienen que ver: la justicia, la democracia, la solidaridad y la paz.-
Muchas gracias, señor Presidente.-
(Aplausos).-
(Durante esta oratoria se retiraron los Ediles José Hualde, Carlos de Gregorio, Fernando Velázquez y Eduardo Elinger; e ingresó el Edil Juan Shabán).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias, señora Edila.-
Para ir cerrando la lista de oradores, está en uso de la palabra la Edila Jaurena. Adelante.-
SEÑORA JAURENA.- Buenas noches, señor Presidente. Buenas noches a todos y a todas. Quiero saludar y agradecer a los invitadas que esta noche nos acompañan.-
Me parece importante -y voy a ser breve- que tengamos en cuenta qué significa la paz. La paz no puede ir separada de lo que es la democracia, y tampoco puede ir separada de lo que son los derechos humanos.-
Cuando hablamos de paz no hablamos de la paz de los cementerios, y no quiere decir que haya ausencia de conflictos… Estoy diciendo “conflictos” y no es lo mismo conflicto que guerra, porque no puede haber paz si hay hambre, si hay miseria, si hay explotación, porque la paz se construye, es una construcción colectiva. Y no se construye con violencia, ni con ejércitos, no se construye avasallando la soberanía ni la autodeterminación de los pueblos, porque es importante que se mantenga y que se colabore en la construcción de la paz, pero no es lo mismo la construcción y el mantener la paz que convertirse, de alguna manera, en un ejército de ocupación.-
La guerra mata, en la guerra mueren millones, la guerra es mala, y generalmente son los y las más débiles los y las que más pierden. Pero también pierden una vez que los ejércitos se retiran, porque son muchas las mujeres y los niños -como hoy decían las compañeras y los compañeros- que tienen que reconstruir sus vidas a partir de estas situaciones en que quedan, situaciones de vulnerabilidad, pero que además, sufren, en muchos casos, de alguna manera, violaciones de los derechos humanos que son cometidas por las fuerzas pacificadoras. Son muchas las denuncias que en este sentido que se han recibido de las organizaciones de mujeres, muchas más de las que nosotros quisiéramos. Estas miradas y estas denuncias muchas veces no se conocen, porque no tienen voz.- (m.b.r.p.).-
Es importante tener claro que si nosotros trabajamos para la paz vamos a generar una cultura de la paz y tiene que ver con la convivencia, con lo cotidiano y tiene que ver con una construcción que es responsabilidad de todos y de todas.-
Para terminar, quisiera cerrar con una frase de Jean Paul Sartre: “Cuando los ricos hacen la guerra, son los pobres los que mueren”.-
Gracias, señor Presidente.-
(Aplausos).-
(A esta altura se retiran de Sala los Ediles Elizabeth Arrieta, Javier Bonilla y Hebert Núñez; e ingresa la Edila Ma. de los Ángeles Cruz).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Gracias señora Edila.-
Hemos escuchado las palabras de los compañeros Ediles que se quisieron manifestar sobre el tema que se está considerando.-
Pasamos a los invitados, a quienes con la misma atención vamos a seguir escuchando. Comenzamos con la palabra de Eduardo Batista, que es el Periodista que -como todos sabemos- concurrió en una instancia a una misión de paz -seguramente narrará parte de ella-, por lo que le cedemos la palabra con mucho gusto.-
Adelante.-
SEÑOR BATISTA.- Muchas gracias señor Presidente de la Junta de Maldonado, señoras y señores Ediles, representantes de la Cruz y Media Luna Roja, del Ejército Nacional, es un placer para mí, un honor estar acá compartiendo un ratito con ustedes para contar una parte de una experiencia de vida, no sólo una experiencia profesional; agradezco al Edil Efraín Acuña que me haya convocado para poder hacerlo.-
Muy brevemente voy a tratar de resumir lo que fueron quince días en un país que tiene todo tipo de necesidades. No viajé
El más pobre de Uruguay, el más pobre, la familia más carenciada de todo tipo de cosas materiales en Uruguay, está muy bien con respecto a lo que viven las personas en Haití. Lamentablemente las necesidades en ese país son agua y comida, los niños corren por la calle pidiéndote un vaso de agua y un pedazo de pan.-
Gracias a Dios, aquí en Uruguay eso no lo tenemos y qué bueno que yo se los pueda decir acá en este ámbito de la Junta, porque no quiere decir que tengamos que pensar: “no estamos tan mal en Uruguay”; no, al contrario, tenemos que decir: “no lleguemos a eso, sigamos trabajando en un país como el nuestro para que nuestro pobres, para que las personas que por diferentes circunstancias están por debajo de la línea de pobreza, no tengan que padecer ese tipo de necesidades”.-
El objetivo simplemente es contarles desde mi punto de vista, qué pude percibir de las famosas misiones de paz, qué van a hacer los Cascos Azules a países como Haití o el Congo, algo que yo me preguntaba hasta vivir esa experiencia el año pasado. No tenía muchos detalles de cuál era el trabajo, no me los imaginaba a los funcionarios del Ejército Nacional enfrente de un cruce de guerrillas o trabajos de ese tipo. Y el trabajo realmente de los uruguayos es otro y no es casualidad. Y no es casualidad tampoco que haya muchas mujeres realizando el trabajo que tienen a su cargo los ejércitos y los contingentes de nuestro país, porque está directamente relacionado con el trabajo social, con tratar de mitigar ese enemigo que es la indiferencia, que es la indiferencia del mundo prácticamente para con países en los que, además de todo lo que les pasa desde hace mucho tiempo, han tenido catástrofes naturales que terminaron con lo poco que había, como ha pasado en Haití. En el Congo pasan cosas similares, porque la naturaleza parece hacerse más dura y más fuerte justamente donde las condiciones son peores.-
Yo no tenía mucha referencia del trabajo que se hacía y realmente me sorprendió. Me sorprendió porque vale la pena. Los uruguayos como ejército no vamos a cambiar el mundo ni vamos a lograr la paz en un país como Haití, con diferentes enfrentamientos internos y un tema sociocultural bastante complejo, pero sí podemos mejorar el entorno y eso es un mensaje que tenemos que trasladar también a lo cotidiano: no se trata de que cada uno de nosotros vaya a cambiar el mundo, pero podemos mejorar el lugar y lo que nos rodea; creo que de eso se trata.-
Y como yo soy una persona de televisión, que me he formado en televisión, voy a tratar de contarles en un video de cuatro minutos, lo que fue esa experiencia y qué es para mí, qué es para Eduardo Batista la misión de paz y el trabajo que realizan los Cascos Azules compatriotas tan lejos de casa.- (g.t.d)
(Se reproduce video).-
(Aplausos).- (m.r.c)
SEÑOR BATISTA.- No tengo mucho más para decir que agradecer a Efraín y a todos los aquí presentes por permitirme contar, desde mi punto de vista, cuál fue el trabajo que pude realizar gracias a que periódicamente el Ejército también lleva periodistas a estos países.-
A mí me tocó ir justo un tiempo después de que ocurrió el suceso del año pasado -tan comentado, tan feo y tan triste para el Ejército y para el país-, y sin embargo pude comprobar que ese sentimiento de amistad y de cariño para con los uruguayos afortunadamente no se vio empañado por esa situación.-
Nuevamente agradezco el haberme permitido compartir esto con todos ustedes. Gracias.-
(Aplausos).-
(Se retiró el Edil Gerardo Rótulo; e ingresó Hebert Núñez).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Muchas Gracias, Eduardo, es muy meritorio tu trabajo.-
Ahora, con sumo placer vamos a escuchar la palabra de la señora Presidenta de Cruz Roja Uruguaya, Doctora Nívea García.-
Adelante.-
(Se inicia proyección de diapositivas).-
SEÑORA GARCÍA.- Es un honor para nosotros estar hoy en el seno de la Junta Departamental.-
Queremos agradecer al señor Presidente de
Cruz Roja Uruguaya tiene 115 años al servicio de la población sufriente; ha tenido una actividad ininterrumpida desde su fundación el 5 de marzo de 1897.-
“No hay camino para la paz, la paz es el camino” ha expresado Mahatma Gandhi.-
Cruz Roja -el Movimiento Internacional de Cruz Roja y Media Luna Roja- tiene su expresión sobre la paz, la paz no sólo como la ausencia de todo tipo de violencia sino como un proceso dinámico de colaboración entre los Estados y los pueblos, fundado en el respeto a la libertad, a la independencia, a la soberanía nacional, a la igualdad y la vigencia de los Derechos Humanos, así como una justa y equitativa distribución de los recursos con miras a satisfacer las necesidades de los pueblos.-
La relación entre paz y Derechos Humanos es de total dependencia, no se puede alcanzar la una sin la otra. A la lista de los Derechos Humanos debemos agregar el que nos condiciona a todos: el derecho a vivir en paz; el respeto a la vida y a la dignidad.-
Los principios fundamentales de
La Cruz Roja es el mayor movimiento de voluntarios del mundo, son 100:000.000 de voluntarios, es la columna del movimiento. En este momento en el Uruguay somos menos por distintas razones, pero en total somos 750 voluntarios.-
La unidad significa que en el mundo la Cruz Roja es una sola y en cada país hay una sola Cruz Roja. Si bien la sede central está en Montevideo, hay un Comité Departamental en la capital de cada Departamento, pero la Cruz Roja Uruguaya sigue el principio de unidad, y, por último, el de universalidad.-
Seguimos en este momento las directivas -siempre desde Ginebra- del Movimiento Internacional que ha trazado la Estrategia 2020 por decenio. Esta estrategia en su primer punto habla de los desastres, pero hace énfasis, para este período, en el posdesastre, ya que se considera que en la etapa prehospitalaria y en la respuesta somos muchos los que concurrimos a ayudar, sin embargo, pasada la época de la respuesta, en la rehabilitación y en la reconstrucción los damnificados muchas veces quedan solos, por eso nos obligan ahora a trabajar prestando atención en el posdesastre. La guerra es el mayor desastre.-
Lo segundo es el seguir los hábitos saludables y, en tercer lugar, luchar sin cansancio por la paz.-
Cruz Roja Uruguaya, fundada en 1897, participó en sus inicios de las guerras fraticidas de 1897. Durante ese conflicto apoyó con cincuenta bancos de sangre y con un gran número de voluntarios y voluntarias, brindando su ayuda humanitaria y luchando por la paz.-
Trabaja en la educación para el desarrollo de la paz y los valores humanitarios, fomentando el entendimiento mutuo, promoviendo la no violencia e induciendo a la reflexión sobre la vulnerabilidad de todas las personas. Brinda ayuda humanitaria y capacita a sus recursos humanos. Tenemos un Área de Derecho Internacional Humanitario, Difusión y Comunicación.-
Creemos absolutamente necesario impulsar la educación para la paz en el proceso
enseñanza-aprendizaje a través de nuestros programas escolares y liceales con nuestra Brigada de Juventud. Nosotros vamos a las escuelas donde hacemos demostraciones de primeros auxilios y expresamos los principios, los valores humanitarios y enseñamos la paz con la Brigada de Juventud.-
Estamos para servir a la población. Pensamos que educar para la paz es una propuesta posible.-
Ya fue dicho que en 1981, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue instalado el Día Mundial de la Paz, al que a partir del año 2002 se adhiere cada 21 de setiembre.-
La paz es el compromiso más importante de las Naciones Unidas que nos debe a todos los pueblos.-
Premio Nobel de la Paz. Ha sido otorgado a noventa y ocho países y veinte organizaciones. En 1901 lo recibe Henry Dunant, nuestro fundador. Posteriormente fue recibido por el Comité Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja en tres ocasiones: en los años 1917, 1944 y, por último, en
el año 1963.- (cg)
Los “cruzrojistas” en el mundo estamos de acuerdo con los postulados de nuestra doctrina en los 187 países. Rechazamos todo tipo de violencia; luchamos contra toda forma de discriminación; con la firma de tratados de no agresión entre los países. Estamos con la reducción del armamento convencional, impulsamos el desarme nuclear como lo hicimos en nuestra exposición en Río+20. Luchamos contra la pobreza y la vulnerabilidad; Cruz Roja Uruguaya es sencilla, pero cumple su misión de ayuda humanitaria en todos los Departamentos y aquí en Maldonado, junto a mí, tenemos al Presidente Pascual Gattás, que ayuda a los necesitados -hay un CAIF en el cual ayuda el Comité Departamental.-
Protegemos y se debe respetar el medio ambiente; Cruz Roja Uruguaya está empezando a integrar una Comisión y trabajar porque nuestras áreas tradicionales eran las de primer auxilio, socorro y desastre.-
Tenemos nuestra prestigiosa Escuela de Enfermería del año 1919, con una filial en Paysandú, de la que quisiéramos tener una filial en Maldonado. Protegemos y respetamos los Derechos Humanos.-
Los ideales se parecen a las estrellas en el sentido de que nunca los alcanzamos, pero como los navegantes, con ellos dirigimos el rumbo de nuestras vidas.-
“Señor, haz de mí un instrumento de paz”, San Francisco de Asís.-
Muchas gracias por el honor de poder participar, en nombre de todos los integrantes de Cruz Roja Uruguaya.-
(Aplausos).-
(Durante el transcurso de esta oratoria se retiró la Edila Nátaly Olivera; e ingresó el Edil Fernando Velásquez).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Muchas gracias, Doctora García.-
Para ir cerrando esta oratoria, vamos a ceder la palabra al integrante del Sistema Nacional de Apoyo a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, Coronel Gustavo Piotti Maciel.-
Adelante.-
(Se inicia proyección de diapositivas).-
SEÑOR PIOTTI.- Buenas noches.-
Soy el Coronel Gustavo Piotti y represento al Sistema Nacional de Apoyo a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz y brevemente voy a intentar hablar un poquito de ellas.-
“Las operaciones de paz no son un trabajo para soldados, pero sólo los soldados pueden hacerlo”, así lo expresó el entonces Secretario General de las Naciones Unidas, dada la capacidad de adaptación a toda circunstancia que poseen los militares y sus organizaciones, lo que lo vuelve particularmente apto para el desempeño de tan delicada misión.-
Si bien no existe una definición para lo que son las operaciones de paz, podemos aceptar que ellas son un instrumento de la comunidad internacional para contribuir a la paz y a la seguridad mundial. Son, por lo tanto, una de las herramientas más eficaces a disposición de las Naciones Unidas para ayudar a los países a recorrer el difícil camino que va del conflicto a la paz.-
En 1945 la Comunidad Internacional aprueba la Carta de las Naciones Unidas; entre los cincuenta y un Estados firmantes se encontraba la República Oriental del Uruguay. Comienza aquí el compromiso que adquiere nuestro país con aquel grupo de naciones, las que actualmente son ciento noventa y tres.-
Esto constituyó la base del marco legal para intervenir en este tipo de operaciones. Contamos, además, actualmente, con una definición de la defensa nacional, que nos proporciona la Ley Nº 18.650 en su Artículo 1º y dice: “La defensa nacional comprende el conjunto de actividades civiles y militares dirigidas a preservar la soberanía y la independencia de nuestro país, a conservar la integridad del territorio y de sus recursos estratégicos, así como la paz de la República, en el marco de la Constitución y las leyes, contribuyendo a generar las condiciones para el bienestar social presente y futuro de la población”.- (a.f.r.)
Esto último: “generar las condiciones para el bienestar social presente y futuro de la población”, avala la participación en este tipo de operaciones, ya que nada nos asegura más nuestro bienestar social que el fin perseguido por ellas, que es la paz de una región, de un continente, finalmente del mundo entero; que sea el mismo para todos.-
Aquí podemos ver plasmado el aporte que Uruguay viene realizando desde 1952 con casi 4.000 efectivos desplegados desde ese entonces.-
Se destaca que desde las diecisiete misiones que Naciones Unidas tiene desplegadas actualmente en todo el mundo, nuestro país está presente en nueve de ellas, además de una que es producto de un acuerdo binacional, pero que también la avala Naciones Unidas.-
Este esfuerzo que el país realiza a través de sus Fuerzas Armadas le reporta distintos beneficios, pero, por sobre todo, reconocimiento y prestigio de su vocación por la paz.-
Como se aprecia en la gráfica que está en pantalla -extractada de la Página de las Naciones Unidas-, Uruguay ocupa el 13er. lugar de países contribuyentes de tropas y otro galardón es que ocupa el 8º entre los participantes con personal femenino.-
Finalmente una reflexión -que ahí la pueden leer- que a manera de estímulo enarbola nuestra Escuela Nacional de Operaciones de Paz, cuyo cometido es preparar al personal que nos va a representar en tierras lejanas.-
Muchas gracias.-
(Aplausos).-
(Se retiró el Edil Juan C. Ramos; e ingresó el Edil Javier Bonilla).-
SEÑOR PRESIDENTE.- Antes de culminar y de darles el agradecimiento final, la Junta Departamental quiere entregarles un pequeño presente a modo de recordatorio de vuestra visita.-
Vamos a pedirles a los Ediles Acuña, Borges y Echeverría -representando a las distintas fuerzas políticas que integran el ámbito legislativo- que hagan entrega de los mismos.-
Adelante.-
(Dialogados en la Mesa).-
Se nos acota que son uno para cada uno de los integrantes de la Mesa que nos han visitado y han hecho uso de la palabra.-
(Así se hace).-
(Aplausos).-
De esta manera daríamos por culminada esta Sesión Solemne tan importante que ha propuesto nuestro compañero Edil Acuña, a quien agradecemos, porque seguramente es una de las instancias importantes que ha vivido el Legislativo.-
Muchas gracias a quienes nos acompañaron. En cualquier momento estaremos en una nueva oportunidad celebrando alguna instancia de esta naturaleza.-
Buenas noches.- (c.i)
Siendo la hora veintidós y catorce minutos y habiéndose agotado el Orden del Día previsto, el Sr. Presidente da por finalizada la Sesión, labrándose para su debida constancia la presente que se firma en el lugar Ut -Supra y fecha últimamente indicada.-
Sr. Daniel Rodríguez Páez
Presidente
Sra. Nelly Pietracaprina
Secretaria General
Sra. María Desanttis de Pérez
Directora de Departamento
Reproducción Testimonial